domingo, 7 de diciembre de 2014

Asesinato de Manuel Doval Lemat en Cambre (IV)

PORQUÉ

Responder a este porqué como quieren los comunistas equivale a justificar una violación porque la chica iba provocando; o lo que es lo mismo, equivale a equiparar a la víctima con sus verdugos haciéndola responsable de su propio asesinato. La respuesta comunista a este porqué es sólo una justificación infantil sobre su violencia, que no se sostiene. En realidad lo que hay es odio, que en su ideología se considera un importante motor revolucionario y ese odio era el que les hacía tener tan mal perder por lo que a la guerra civil se refiere, los impulsaba a cometer actos de crueldad incompatibles con cualquier conciencia honrada, o a ser más malos que la tiña si se quiere. De ninguno se sabe que se haya arrepentido o que haya pedido perdón por el sufrimiento y dolor originado a huérfanos y viudas de sus víctimas. Para la propaganda comunista de medios como El Guerrillero o Mundo Obrero, para Manuel Luis Bello Parga, incluso para la Guardia Civil de la época cuando trasladaba una explicación en la lógica de la propaganda comunista, el asesinato de Doval estaba relacionado con el hecho de que en Cambre y durante la guerra se produjeron algunas represiones. Absurdo. Un terrorista de ideología stalinista, bolchevique, pretende llegar al poder mediante el terror; con independencia de que el régimen sea democrático o no él intentará imponerse mediante la violencia para llegar a la construcción del socialismo, a implantar un régimen totalitario de tipo comunista. Por la experiencia que tenemos con el terrorismo de la ETA sabemos que mataban cuando podían y a quien podían, no porque la víctima fuese esto o lo otro o los hubiese agraviado especialmente. Y a la ETA aún se le podría decir que en algún caso fue a por peces gordos, caso de Carrero Blanco. La guerrilla comunista de los 40 asesinaba a gente del pueblo, de ideología opuesta a la suya pero sin ninguna relevancia en las estructuras del régimen.

Si se quiere decir que Doval en tanto que jefe local de Falange en Cambre mató o dio orden de matar a muchos izquierdistas durante la guerra, si hablamos de paseos, tan sólo afectaron a seis
a cuatro vecinos (véase el segundo comentario a esta anotación) en un municipio que en el Censo de 1940 contaba con 7.822 habitantes, lo que supone que esas muertes alcanzaron una cifra tan escandalosa como el 0.08% 0.05% de la población... Y ello pese al volumen no despreciable del violento núcleo anarquista que poseía Cambre. Es de suponer que la decisión de que apareciesen muertos por la violencia esos seis cuatro sujetos no siempre sería de la Falange de Cambre, que con algunos tal vez intervendría directamente la Guardia Civil de Sigrás o de La Coruña; que algún otro caso se podrá atribuir a milicianos de La Coruña cuando reprimieron a individuos que hicieron resistencia armada al Ejército desde el Gobierno Civil, que estuvieron en barricadas con las armas en la mano, que asaltaron la armería de Eirea, el Hotel Europa, el Palace, el trasatlántico Magallanes, comercios y viviendas particulares para robar armas, etc. En el caso de una acción desarrollada por falangistas de Cambre, es de suponer también que se contaría con el visto bueno del Puesto de la Guardia Civil de Sigrás, que avalaría la extrema peligrosidad para el mantenimiento del orden público de los paseados. Conocemos el caso de Ricardo Pernas Martínez, apodado Cuba, portero-alguacil municipal que apareció muerto por la violencia sin duda porque abasteció al Ferranchín junto a otros de su calaña con más de 20 litros de gasolina con la que quemaron la iglesia de San Juan de Pravio. Por si esto no fuese suficiente, le encontraron en la huerta de su casa varias bombas, alguna de hasta 7 kg de peso. De José Pérez Ferreño y Luciano Costa García sabemos de su extremismo al haber sido condenados por sedición en la Audiencia Provincial de La Coruña en sentencia de enero de 1934 [Luz, 5/01/1934, pág.5. Recuperable en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional]. Por lo tanto, debieron tomar parte en la sublevación revolucionaria anarquista de diciembre de 1933 contra la república. Pese a lo anterior, Luciano Costa fue concejal del Frente Popular en Cambre. Hombres como Doval estaban en guerra, también había una guerra de retaguardia y se trató a quienes se comportaron como sus enemigos como estos los habrían tratado de tener ocasión. En la guerra, como en la guerra.

Manuel Doval Lemat aparece en una encuesta sobre tendencias políticas del Ayuntamiento de Cambre, encargada desde Madrid al Gobierno Civil de La Coruña en 1935. En ella se le alude como una de las personas influyentes de Cambre, "presidente de la CEDA" (quiero suponer que más bien la Unión Regional de Derechas). De él se dice que seguía inspiraciones del concejal "cedista" de La Coruña, Jesús Molina. En el mismo documento consta que el núcleo obrero de Cambre contaba con unos 300 afiliados a sindicatos anarquistas de La Coruña (ARG, GC, 4.369). Quiero decir con lo anterior que Doval debía ser una persona normal, de un partido moderado y demócrata de derechas. Vimos que Cambre fue una de las zonas más azotadas por la violencia anarquista del cinturón de La Coruña, desde quemar iglesias como la de Santa María de Vigo, la de Sigrás, Anceis o Pravio, las imágenes en la de Cela, pasando por echar de su casa al párroco de Santa María de Vigo, al de Brexo, Cambre, Sigrás o Bribes; a orinar sobre el de Sigrás mientras estaba detenido de forma arbitraria; tener que hacer guardia nocturna por parte de feligreses de la iglesia de Cambre para evitar que la incendiasen, etc. En un ambiente así resultaría insólito que alguien como Doval no fuese amenazado, insultado, si es que no fue agredido, que no lo metiesen en las listas negras, que no le hiciesen vivir una situación de terror que como a tantos otros le hizo abandonar las posiciones democráticas previas por mero espíritu de supervivencia. Con el inicio de la guerra él como cualquier persona de derechas que no estaba dispuesta a dejarse matar por los revolucionarios sin antes defenderse se puso al lado de los que iban a impedir que lo asesinasen y entró en Falange siendo presidente local de FET y de las JONS hasta poco antes de su muerte. También ejerció el cargo de juez de paz en Cambre. Falta mucho para completar su biografía así que si me aparece algo sobre él lo incluiré como comentario a esta anotación.



3 comentarios:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Hablando del rey de Roma... Los datos que siguen proceden de la causa 632 de 1936, de la Auditoría de Guerra de la Octava División Orgánica instruida contra Manuel González Alfonso y otros por el delito de rebelión. Está depositada en el Archivo Intermedio Militar Noroeste de Er Ferror (Montoro dixit) por el Tribunal Militar Territorial IV.

A las 11 de la mañana del 14 de agosto de 1936 Diego García Gallegos, secretario judicial del de municipal de Cambre, afiliado a Caballeros de La Coruña, paseaba por la calle Real a la altura del edificio sede entonces del Gobierno Civil, hoy Biblioteca de la Diputación, cuando vio a Manuel González Alfonso, de 25 años soltero, vecino de Guísamo, chófer. Inmediatamente solicitó la ayuda de otros dos Caballeros que se encontraban de guardia en la oficina de requisa de coches, calle Real nº 1 (Casa de Agar), Luciano Yordi de Carricarte y Javier González del Valle para detenerlo. Así lo hicieron y lo llevaron a Comisaría en donde García Gallegos manifestó que lo reconoció como uno de los sujetos que después de declarado el Estado de Guerra se presentó en la villa de Cambre, en unión de otros ocho o diez individuos, llevando consigo el detenido dos pistolas y un fusil que dijo ser de marca alemana, dedicándose a robar armas en distintas casas de aquella población, entre ellas la de Manuel Doval Lemat al que le quitaron una escopeta de casa a presencia del secretario judicial.

Llamado a declarar el citado Manuel Doval Lemat ante el juez militar Carlos Mauriz Barcia, declara:

Que sin recordar la fecha pero fue después de declarado el Estado de Guerra, se presentaron en Cambre dos automóviles conduciendo un grupo de revoltosos y uno de los coches era conducido por Manuel González Alfonso, estos grupos una vez llegados a Cambre se dedicaron a registrar las casas de los veraneantes para quitarles las armas, yendo a hacer lo mismo a casa del declarante por habérselo indicado José González Freire, llevándole una escopeta de dos cañones que no le han devuelto a pesar de habérselo así prometido; que el citado González Alfonso llevaba unos prismáticos y una escopeta pero a la casa del declarante no subió. Que al citado Manuel lo conoce de vista y lo conocería cuantas veces se lo pusieran delante y dice que no está seguro si su primer apellido es González o Fernández.

Leída que le fue esta declaración se afirma y ratifica en su contenido que firma después de S.Sª. y doy fe
Siguen las firmas.

Practicada una rueda de reconocimiento en la que se mezcla a Manuel González Alfonso con seis reclusos más de la Prisión Provincial, de aspecto similar, Doval reconoció a González por dos ocasiones, incluso cambiando a los presos de lugar. La misma diligencia se practica con García Gallegos que también lo reconoce en dos ocasiones.

Como los hechos imputados a González Alfonso parece que tuvieron su origen en la coacción por parte de elementos revolucionarios, el auditor acaba recomendando al General Jefe de la División el sobreseimiento de la causa, y así lo acuerda este en decreto de 16 de noviembre de 1936.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Ya sabemos porque pasearon a José María Longueira y Félix Martinez, que no eran como dice Nomes e Voces vecinos de Cambre, sino de Guísamo, con lo cual los vecinos de Cambre paseados no eran seis, sino cuatro. Los pasearon por formar parte como cabecillas del grupo de extremistas que asaltaron varias casas en Cambre para robar armas y más tarde permanecer huidos de la acción de la Justicia. En la misma causa hay un atestado de la Guardia Civil, de 28 de agosto de 1936, en cuyo fol. 22v aparece la siguiente manifestación:

Interrogado que fue MANUEL ALONSO CASAL, dijo llamarse como queda dicho, de 23 años de edad, soltero, carpintero, el cual manifiesta: que sobre las once horas del día 22 de julio último llegaron a su casa Félix Martinez y José María Longueira, ambos en la actualidad desaparecidos y encañonándole el Félix con una escopeta y el José María con una pistola, le obligaron a salir y montar en un coche, en unión de otros vecinos, dirigiéndose a Cambre y una vez allí se dedicaron primeramente a tomar unas copas y más tarde a registrar algunas casas, sin que en nada de esto tomara parte el dicente, pues se quedó a las inmediaciones del coche, hasta que regresaron, observando que el Luis San Martín que también formaba parte del grupo, traía en la mano una escopeta de dos cañones que le había quitado a un vecino que no conoce; a continuación marcharon a San Tirso de Abegondo [sic, será de Magebondo] en donde comieron y al regreso paró el coche cerca de Betanzos, en donde el que habla aprovechó la ocasión para escaparse como así lo hizo, y se fue andando a su domicilio sito en Guísamo sin que volviera a juntarse más con el grupo de revoltosos; que no tiene más que decir y lo dicho es la verdad, por lo que en prueba de su conformidad y después de leída esta su manifestación, la firma en unión del instructor y guardia auxiliar, a las diez y seis horas del día mes y año ya indicado. Siguen las firmas.

Llevado Manuel Alonso Casal a presencia del juez Mauriz, se afirma y ratifica en las manifestaciones hechas a la Guardia Civil.

Así las cosas el juez Mauriz pide informes al puesto de la Guardia Civil de Guísamo, respondiendo el comandante del mismo Alejandro Rodríguez Fernández, el 23 de septiembre de 1936, en los siguientes términos:

En contestación a su superior escrito fecha 19 del actual referente a la busca y detención de los paisanos vecinos de Guísamo, JOSÉ MARÍA LONGUEIRA, FÉLIX MARTÍNEZ y JOSÉ REY RIOBO, tengo el honor el honor de participar a V.S. que dichos sujetos desde el segundo día de iniciado el movimiento de salvación nacional después de tomar parte activamente contra el mismo andaban huidos y según referencias adquiridas aparecieron cadáveres dentro del término municipal de Abegondo, sin que hasta la fecha se conociesen los motivos de la muerte.

Realizadas gestiones por el mismo juez ante el Juzgado Municipal de Abegondo responde su titular en 5 de octubre de 1936:

Contestando a su atenta comunicación de fecha 30 del pasado setiembre en la que interesa se remita certificación de defunción de los paisanos JOSÉ MARÍA LONGUEIRA, FÉLIX MARTÍNEZ y JOSÉ REY RIOBÓ, tengo el honor de participar a V.S. que [en] este Registro civil no consta la inscripción de defunción de los mismos y sí solo para la de dos sujetos cuyos cadáveres fueron hallados en la carretera de Montouto y cuyos nombres y demás circunstancias se desconocen.

¿Algo harían? Vamos, hombre, vamos, claro que algo hicieron.

Y ahora me voy a buscar lo que quería buscar, que lo anterior puede resultar interesante pero no es lo que buscaba.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Si lo busco no lo encuentro...

En la causa nº 1575 de 1937, instruida por la Auditoría de Guerra de la Octava División Orgánica con motivo del hallazgo de unos explosivos en la finca "El Castro" en el ayuntamiento de Cambre, aparece ya Manuel Doval Lemat como jefe local de Falange.

Con tal motivo el Juzgado Municipal de Cambre instruye unas diligencias en las que se lee:

Diligencia: Cambre uno de Diciembre de mil novecientos treinta y siete. La pongo yo Secretario, para hacer constar que en el día de hoy y siendo las quince horas del día, se presentó en este Juzgado el Delegado Jefe Local de Falange Española Tradicionalista y de las JONS Don Manuel Doval Lemat, dando conocimiento de que pocos momentos antes había sido denunciado por el vecino de este término Andrés García Doldán, que en una finca de su propiedad habían aparecido unas bombas, las cuales había encontrado un criado del mismo llamado Antonio Fuentes, el cual al estar cortando tojo las había visto sobre unas silveiras. Seguidamente y no encontrándose el Sr. Juez en la localidad, se trasladó el que da fe y refrenda al lugar de referencia acompañado del Sr. Doval, y del Andrés García Doldán habiendo encontrado en una finca denominado El Castro y sobre uno de sus lindero que está cubierto de silvas o zarzas una cajita de madera, conteniendo dos bombas de hierro de forma cilíndrica, las cuales tienes sus correspondientes mechas negras impermeabilizadas, y en el extremo de las mismas un trozo de mecha de las ??? por mecha de pesqueros. También había en la misma caja cuatro cartuchos, al parecer de dinamita negra, con sus correspondientes mechas, todo envuelto en unos papales, encontrándose como único detalle digno de mencionar un trozo de periódico "La Libertad" de Madrid de fecha 21 de Mayo 1936. En el expresado lugar se encontraba el joven Antonio Fuentes Meizoso, de diez y seis años, natural de Montouto (Abegondo) el cual manifiesta que estando rozando tojo en cuyo momento vio la caja de referencia y por ello dio aviso a su amo para que diese cuenta a las autoridades.

Seguidamente se dispuso el traslado al Juzgado Municipal de la caja y artefactos levantándose la presente acta que firman los que intervienen y yo Secretario doy fe.

Manuel Doval, Andrés García, García


Como no aparecen las personas que colocaron los explosivos, que al parecer presentaban señales de llevar meses en el lugar, el auditor aconseja al general jefe de la 8ª Región Militar el sobreseimiento provisional de la causa, cosa que decreta este en 18 de enero de 1938.