viernes, 9 de diciembre de 2011

Archivos de Defensa, partos de montes y ridículos ratones





Hace unos días, comentaba que uno de los ministerios que en cosa de archivos más se dedicó a la propaganda fue Cultura, y la reciente publicación de una relación de fondos adquiridos en los últimos años me parece una escandalosa prueba del sesgo con el que actuaron. Otro fue Defensa del que ponía como ejemplo que prometió hace varios años la desclasificación de unos documentos, y todavía estamos esperando... Ni que me leyesen. Esta misma semana sale Defensa con amplio aparato mediático, anunciando que han dado fin a un trabajo, si se me permite, del 15: la desclasificación de más de diez mil documentos anteriores a 1968. Cualquiera diría que los examinaron uno a uno. Como bien dice la noticia de El País, quieren desclasificar 41 bloques de documentos, entiendo que series o alguna división de fondo. Y lo demás es puro humo.

Tengo la impresión de que tanto con la creación en el BOE del Archivo General e Histórico de la Defensa hace unos días, como con esta desclasificación anunciada en los medios, no desarrollan nada original sino que hacen a regañadientes la política archivística que impulsó, diseñó o desarrolló Antonio González Quintana, hoy subdirector general de archivos de la Comunidad de Madrid, y entre 1994 y 2003, jefe de la unidad de coordinación de archivos militares del Ministerio de Defensa. A él se le atribuye la autoría del Reglamento de archivos militares, --que pese a no gustarme lo que puede subyacer en él de centralista para la documentación producida por los organismos periféricos de la Defensa-- es todo un señor Reglamento, que no desarrollaron los responsables de la unidad de archivos militares en el período socialista; él fue quien impulsó la construcción del Archivo General e Histórico de la Defensa, que pese a llevar funcionando varios años, lo acaban de crear en el BOE, como decía, también hace pocos días, a última hora; y él, quiero recordar que fue quien llamó la atención sobre el volumen, interés histórico y extemporáneo de la calificación de secretos de muchos de los documentos que se conservan en los archivos militares. Vamos, que si tuviese que apostar, algo apostaría a que ese informe sobre la desclasificación de 41 bloques de documentos --que en los medios se califica de patata caliente para Rajoy, no sé porqué-- ya estaba hecho desde antes de 2004 o trazado en sus líneas maestras, y se sacó de un cajón. Tras el parto de los montes me sigo quedando con la sensación de que ha surgido un ridículo ratón.


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