sábado, 15 de enero de 2011

Nueva agresión a un falangista


El 28 de enero de 1936 se produce una nueva agresión a un falangista, por parte de las juventudes socialistas.

Recordaréis que el vendedor de periódicos de Falange, Avelino Méndez Núñez, de 22 años, fue metido a puñetazos en el escaparate del bazar El Capricho de la calle Real, tras el mitin de la JAP de 12 de enero de 1936. El agresor, de filiación socialista, según El Pueblo Gallego, se llamaba Constantino Abelenda Catoira. Transcurridas menos de tres semanas, el día 28, de nuevo Avelino está voceando el Arriba en la calle Real. Pasan por su lado Manuel Abelenda Catoira (que puede ser el mismo que se cita como Constantino) y Enrique de Miguel Moscoso, más conocido por el Cristo de Vioño, o el Tuerto, y le ponen al bueno de Avelino Méndez Núñez un ojo a la funerala, además de arrebatarle y romperle los periódicos que llevaba.

Dice El Pueblo Gallego de 29 de enero de 1936:

AGRESIÓN Y ESCÁNDALO POR VENDER UN PERIÓDICO FASCISTA

La Coruña.- Al pasar por la calle del Capitán Galan [calle Real] vendiendo el periódico titulado "Arriba", de tendencia fascista, Avelino Méndez Núñez fue agredido por Enrique Miguel Moscoso, de 27 años, y Manuel Abelenda Catoira, de 26.

Estos golepearon a aquel y le rompieron los ejemplares que llevaba, causándole una contusión en un ojo.


Enrique y Manuel fueron denunciados a la autoridad judicial, a cuya disposición quedaron detenidos.


Con motivo de este incidente se produjo un buen escándalo en la citada calle.


Versión de La Voz de Galicia, también de 29 de enero de 1936:

UNA AGRESIÓN

Al pasar ayer por la calle Real pregonando el periódico "Arriba", el vendedor Avelino Méndez Núñez, fue agredido por dos transeúntes, que le arrebataron los ejemplares que llevaba. Resultó aquel con una contusión en un ojo. El hecho fue denunciado al Juzgado correspondiente, donde pasaron los detenidos. Con ocasión del incidente, se produjo en dicha calle el consiguiente escándalo.

Lo que debe cuidarse es que haya prudencia y mesura en los pregones, porque sobre que no pueden permitirse agravios, ya es sabido que lo único que se autoriza es vocear el título de cada publicación.





3 comentarios:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Revisando notas, acabo de localizar una agresión de Manuel Abelenda Catoira a una prostituta, a la que dio un guantazo, y según la meretriz, como consecuencia del mismo perdió un diente. Como ocurre con harta frecuencia en la justicia republicana, es de suponer que la influencia de los que recogían las nueces a la hora de proteger a los que agitaban los árboles, haría inviable una condena, o sería testimonial, reduciéndose a una mera reprensión pública en el Juzgado Municipal, en su caso, acompañada de una pequeña multa.

No me quiero ni imaginar lo que sucedería si de los falangistas se conociese una agresión similar: le darían mil y una vueltas al asunto para demonizarlos; una agresión en singular se convertiría en que los falangistas estaban especializados en el maltrato a las prostitutas, o a las mujeres, que tenían tratos frecuentes con estas señoras, etc. En fin, se trataría del engañabobos de siempre. Os dejo mis notas sobre esta causa, que son telegráficas porque sólo se conserva el rollo generado en la Audiencia. El sumario, que entiendo es lo que tiene valor informativo para el investigador, se devolvió al juzgado de procedencia y debió expurgarse.

1935. La Coruña. Causa sobre lesiones a María Pereira Castros. ARG, AT (Causas), 2.957-18.

Con fecha 21 de diciembre de 1935 el Juzgado de Instrucción del Distrito de la Audiencia comunica al presidente de la misma que da comienzo a la incoación de un sumario sobre lesiones a María Pereira Castro, apareciendo como acusado Manuel Abelenda Catoira. Todo ello en virtud de diligencias remitidas por el Juzgado Municipal del Distrito del Instituto, que debió apreciar la existencia, no de una falta de su competencia, sino de un posible delito, del que debía conocer un juzgado de instrucción.

El fiscal, Gumersindo Varela Radio (fusilado en Andalucía si no me falla la memoria), en 28 de marzo de 1936 pide a la Sala que revoque el auto de terminación del sumario dictado por el juez de instrucción para que los médicos forense y de guardia en la Casa de Socorro certificasen que la pérdida del diente obedeció al golpe propinado por Manuel Abelenda Catoira. El mismo fiscal, pide a posteriori el sobreseimiento de la causa y que el asunto se declare falta.

Por auto de la Sección 2ª, de 25 de junio de 1936 sobreseen: Resultando que el 11 de diciembre de 1935 en la calle Panaderas de esta ciudad, el procesado Manuel Abelenda Catoira pegó una bofetada a María Pereira Castro, causándole una lesión de carácter leve para cuya curación no necesitó asistencia facultativa, si bien según la María, prostituta, a consecuencia de la bofetada perdió el incisivo central superior, que no se ha justificado, y sobreseen ordenando a la vez que se celebre el oportuno juicio de faltas en el juzgado municipal.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Revisando otras notas, resulta que con ellas se confirma este Manuel Abelenda Catoira, era un pájaro socialista de cuidao. Fue procesado por intento de incendio del convento de los Redentoristas en febrero de 1936.

Os dejo mis notas, y si yo pude consultar el documento que cito, es porque está a disposición de cualquiera. Vuelvo a repetir lo de siempre. Si alguien conoce hechos similares cometidos por las derechas contra las izquierdas, contra la masonería, etcétera, que avise, que yo no los encuentro, por ahora. La violencia, tanto en intensidad como en volumen partía de las izquierdas. Media España no se resignaba a morir, y pasó lo que pasó.

Ni que decir tiene que de estos hechos los de la media memoria, no dicen ni mu.

1936. La Coruña. Pieza separada de responsabilidad civil del sumario nº 134 de 1936 sobre tentativa de incendio en el Convento de PP Redentoristas contra Manuel Abelenda Catoira y tres más. ARG, AT (Causas), 3.727-40

José Otero Calviño, secretario del Juzgado de Instrucción del Distrito del Instituto da fe que en el sumario que en este Juzgado se instruye con el nº 134 de 1936, por tentativa de incendio en el que con fecha de hoy [21 de marzo de 1936] se dicto el auto de procesamiento contra Manuel Abelenda Catoira, hijo de Constantino y Josefa, de 28 años, natural de la parroquia de San Jorge, Ayuntamiento de La Coruña, vecino de La Coruña, calle del Tren nº 1 [vecino inmediato de los de la Lejía] ; José Rosende Calvo, hijo de Enrique y de Josefa, natural de la parroquia de San Jorge, Ayuntamiento de La Coruña y vecino de Coruña, calle de la Carretera de la Torre, letra L.M., y de 23 años de edad, soltero; Manuel Expósito González, de 21 años, hijo de Máximo y de Filomena, natural de la parroquia de San Nicolás, y vecino de esta capital, calle del Orzán 181-1º, soltero, pintor; y Antonio Castro Babío, de 21 años, soltero, mecánico, hijo de Antonio y Rufina, natural de la parroquia de San Jorge-Coruña y vecino de ídem, calle de la Vereda del Polvorín nº 25 (...)

Manuel Abelenda Catoira fue paseado. Manuel Expósito González huyó con Pepín el de la Lejía en un barco pesquero amenazando a la tripulación a punta de pistola, tripulación a la que al parecer casi no daban de comer, repartiéndose los secuestradores las provisiones de boca. José Rosende Calvo muere en un enfrentamiento con la Guardia Civil en agosto de 1936. De Antonio Castro Babío no puedo aportar información, por ahora. Poco a poco.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Olvidaba decir que la pieza separada concluye, tras las diligencias de embargo sin efecto, tras los certificados negativos de contribución industrial, territorial, etcétera, con el consabido auto por el que el juez, José Samuel Roberes García, declara la insolvencia de los procesados.