Mi comentario anterior dio pie a que se trollease, disparatase o como queráis llamarlo. Si ese es todo el argumento que se puede emplear, me quedo como estaba. Hay mucho dinerito en juego en subvenciones, trabajos que dependen de ellas, negocios, etcétera, y se revuelven como gato panza arriba cuando se cuenta lo que de sobras conocen, pero callan.
Sobre los hermanos de la Lejía ha corrido un halo mítico desde hace cosa de diez años más o menos. Debió ser Carlos Fernández Santander en una de sus ediciones de Alzamiento y guerra civil en Galicia, el que vino a decir que la opinión popular trataba con injusticia a los hermanos de la Lejía, atribuyéndoles un perfil de matones o delincuentes político-sociales, que no se ajustaba a la verdad. El Sr. Fernández Santander tuvo ocasión de rastrear las colecciones de La Voz de Galicia y El Ideal Gallego, sin encontrar ninguna noticia desfavorable para los de la Lejía, y de ahí su opinión. Parece que este autor no tuvo en cuenta los estados excepcionales de Alarma y Guerra, en donde la prensa estaba visada por la censura, y los gobiernos, para dar sensación de normalidad, eliminaban de las planchas a imprimir las noticias relacionadas con desórdenes públicos, tiroteos, o de matiz político-social. Una noticia que el censor eliminaba de un periódico o que el propio periódico autocensuraba, podía colar en otro, sobre todo si estaba a 1.200 km del lugar del suceso como el caso de Barcelona, o en ese lugar sólo había estado de Prevención o no se había declarado ningún estado excepcional, cosa rRara-Rrara, rRara... En la anotación anterior incluí una noticia y un enlace a La Vanguardia en la que se cita de forma explícita a los hermanos de la Lejía. Este texto nos los dibuja con el perfil que le asignaba la tradición oral. No recuerdo en donde leí que esa misma noticia fue tildada de falsa... Con un par.
Para disipar dudas y contribuir a contar lo que no se cuenta, o al menos lo que no encuentro, vamos con la parte contratante de la segunda parte. Recordaréis que Pepín y France, dos de los hermanos de la Lejía, junto con Enrique de Miguel Moscoso, conocido por el Cristo de Vioño, fueron detenidos el 7 de febrero de 1936 en Santiago de Compostela portando armas, en plena campaña electoral. Del hecho se levantó el correspondiente atestado y el juez de instrucción de la ciudad y partido de Santiago incoó sumario de acuerdo con la Ley de Orden público, para su vista y fallo por una de las dos secciones de la Audiencia Provincial constituida en Tribunal de Urgencia. No se llegó a esta última fase por dos motivos:
1) Pepín y Enrique de Miguel Moscoso, fueron puestos en libertad a los pocos días por el propio juez de instrucción de Santiago. Le dieron algo así como el timo de la estampita. Presentaron a los cuatro o cinco días de su detención unas licencias de uso de armas que les debieron caer del aire, expedidas curiosamente la semana anterior, que aparecen sin firmar por los interesados, y con sus señas personales también en blanco (altura, barba, bigote, etc.); y ellos sin enterarse que en realidad tenían licencia de armas tanto en el atestado policial, declaración ante el juez, o en las declaraciones indagatorias una vez decretado su procesamiento. En todas estas fases señalan o se reafirman en que las armas ocupadas eran suyas y las tenían sin licencia ni guía de pertenencia. ¿No sabían tampoco que habían solicitado licencia de armas? Menos mal que a los cuatro cinco días se acordaron de que, si bien habían declarado que no tenían licencia de armas, en realidad las tenían en casa, tal como les comunicaban sus familiares... El juez, sin duda consciente del fraude que se cometía con una de las pruebas documentales (ya lo comentaremos), se veía obligado a ponerlos en libertad, aunque llama la atención que no les devolvió las armas, ni les solicitó las guías, ni ellos posteriormente pidieron el desglose y devolución de esas licencias del sumario, al que siguen unidas.
2) France, el que se había abalanzado contra un guardia de seguridad al grito de "a ellos", tal vez por este mismo motivo no tuvo tan fácil el conseguir del Gobierno Civil la estampita para dar el mismo timo. Permaneció en la cárcel dos semanas siendo amnistiado con la victoria del (funesto) Frente Popular.
En ese sumario, aparece una comunicación de la Comisaría de investigación y vigilancia de Santiago dirigida al juez de instrucción de la ciudad, comunicación que a su vez traslada un informe de la comisaría umbiliqueña sobre Pepín, France y el Cristo de Vioño ¿Será también falso el contenido de este informe, como se reputó de falsa la noticia de La Vanguardia? :-)
Membrete con el escudo de la república en lo alto y texto que dice:
DIRECCIÓN GENERAL DE SEGURIDAD.- COMISARÍA.- DE INVESTIGACIÓN Y VIGILANCIA.- SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Como cumplimiento a su respetable escrito de fecha 9 de los corrientes en el que se interesa se informe a ese Juzgado de la conducta, peligrosidad social y con qué fines portaban las armas que le fueron ocupadas a los procesados JOSÉ GARCÍA GARCÍA, FRANCE GARCÍA GARCÍA y ENRIQUE MIGUEL MOSQUERA [sic], tengo el honor de participar a V.S. que una vez practicada la detención de dichos procesados esta Comisaría se puso inmediatamente en relación con la de
JOSÉ GARCÍA GARCÍA, está considerado como socialista extremista peligroso, propagandista y de acción, habiendo actuado relativamente poco hasta el año de 1934, pero debido al ambiente en que se educó siempre ha sido de ideas avanzadas, siendo en unión de sus hermanos Bébel y France, los principales animadores del extremismo de
FRANCE GARCÍA GARCÍA, está afiliado a
ENRIQUE MIGUEL MOSCOSO, de filiación izquierdista, habiendo actuado lo mismo en el campo político que en el social para efectos de extremismo. Tiene los siguientes antecedentes: 7-10-1934, detenido en el Casino Republicano de Coruña y puesto a disposición de
Santiago de Compostela 12 de febrero de 1936
El Inspector Jefe
Leopoldo Fernández [está rubricado].
ARG, AT (Causas), 2.706-19.
1 comentario:
Oiga, Mr. Bloger, publíqueme usted esto:
lo que le va a usted es la defensa de la Guerra Civil, a favor de los golpistas, claro, y como no, del Franquismo. Que usted está en contra de la Ley de Memoria Histórica y que aborrece las víctimas republicanas enterradas en las cunetas.
Lo de su visceral entendimiento del "funesto" Frente Popular, como el señor (o señorito) bloger denomina, ya se da por entendido. Todos comprendemos su frustación. Así que por ello no se sienta perturbado.
¿Será porque de casta le viene al galgo?
Y ande hombre, firme con su nombre de pila (aunque ésto se preste al chiste). Póngale un ese par de huevos que le faltan.
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