sábado, 26 de febrero de 2011

Asalto a la Casa de Socorro de Santa Lucía


Mientras no me es posible seguir con las batallas entre socialistas y falangistas (quiero documentar algunos nombres, que si no aparecen nombres habrá quien se crea que es todo un invento), vamos con uno de tantos episodios de los que los de la media memoria tampoco dicen ni mu; entre otras cosas porque dan idea de la casa de tócame Roque a que se había llegado en España durante el gobierno del (funesto, of course) Frente Popular. También porque aquellas bases socialistas, anarkas, comunistas y demás tropa, dejaban bastante que desear en lo que a decencia, o si queréis, en lo que a antecedentes penales se refiere, tanto por agresiones, como por robos, estafas, etc. Lo vimos con Emilio Veira, con Luis Ardao, con los libertarios de Vigo, y lo seguimos y seguiremos viendo.

Os dejo una imagen a cuya derecha aparece la Casa de Socorro de Santa Lucía, hoy desaparecida. Se encontraba al final de Juan Flórez y fue demolida al hacerse la avenida de Alfonso Molina. El caso es que esa casa de socorro también era utilizada como almacén de objetos procedentes de desahucios, y el nueve de junio de 1936 fue asaltada por una turba (de makokis y chorizos, ¿o no?) es evidente que izquierdistas, y de allí se llevaron diversos muebles. Ninguno de los numerosos asaltantes fue identificado...

En febrero habían amnistiado a una colección de criminales (¿o tampoco?) que bajo el bucólico nombre de revolucionarios, se habían levantado contra el poder público en Octubre del 34. Desde febrero del 36 los asaltantes o los amigos de los asaltantes se encontraban en el poder, así que debían estar seguros de que nada les iba a pasar porque realizan el asalto con todo descaro, por la tarde, a plena luz del día. Os dejo mis notas.

1936. La Coruña. Causa sobre coacción y robo al municipio de esta capital. ARG, AT (Causas), 2468-46.

Con fecha 15 de junio de 1936 el juez de instrucción del Distrito del Instituto comunica al presidente de la Audiencia Provincial que da comienzo a la incoación de un sumario sobre coacción y robo en los almacenes del Municipio sitos en los bajos de la Casa de Socorro de Santa Lucía. Todo ello en virtud de oficio de la Policía.

El 14 de agosto de 1936 la Sección 1ª de la Audiencia Provincial dicta un auto, para variar, de sobreseimiento: Resultando que en la tarde del 9 de junio próximo pasado, un grupo numeroso de hombres, del que ninguno ha podido determinarse, se presentó en los almacenes que el Municipio de esta Capital tiene en los bajos de la Casa de Socorro de Santa Lucía, y rompiendo la puerta se llevaron una alacena de madera, una colchoneta de lona, dos mesillas de noche y dos sillas Victoria, correspondientes dichos muebles a distintos lotes que se encontraban depositados procedentes de desahucios, sin que se pudieran determinar los autores, cómplices o encubridores del hecho, sobreseen.


3 comentarios:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

En esta casa de socorro fue atendido quien El Ideal Gallego de 25 de julio de 1936 identifica como Porfirio Díaz, y para mí es el que luego fue nombrado sargento de los Caballeros de La Coruña, Porfirio Díez Hernández, que dicen que realizó algunos actos reprobables... No tomo como fuente a Antón Patiño en su Memoria de ferro, porque a este autor, por ser fino y educado, se le va la olla muchísimo, pero sí me creo lo que me cuentan vecinos de la Falperra, que también añaden que tuvo un entierro multitudinario porque al parecer, como panadero que era en tiempos de escasez, hacía diversos favores a sus convecinos y era muy querido por la mayor parte de los habitantes de la barriada.

Sobre su ingreso en la Casa de Socorro de Santa Lucía, dice El Ideal Gallego de 25 de julio de 1936:

Porfirio Díaz, Falperra 78, luxación y probable fractura de la muñeca izquierda y contusión en el tórax izquierdo, fractura completa de la quinta costilla del lado derecho, pronóstico reservado; pasó al Hotel de Francia

Cualquiera diría que le pegaron una paliza, en cuanto se repuso, llegó la hora de la venganza y... una guerra no es el mejor modo de dirimir las diferencias de forma civilizada. Seguramente tuvo participación en algunos de esos hechos que hoy se nos antojan reprobables. Antes sólo había sido vocal en la Unión Regional de Derechas, teniendo que soportar como empresario panadero a sus empleados, que no eran pacifistas precisamente, sino de la FAI.

Estos Caballeros de La Coruña, recibían dos motes que yo conozca. Aunque no eran milicianos, sino que se dedicaban fundamentalmente a la custodia de edificios públicos, los niños les denominaban los Mil Ancianos. También, supongo que por la forma de la cruz de Santiago que lucían en su pecho, había quien los conocía como Caballeros conachas (con hachas, haciendo un juego de palabras en el que se introduce el nombre vulgar, en gallego, del órgano genital femenino y las hachas que se pueden ver en la cruz de Santiago).

Mónica dijo...

Bueno, no tiene nada que ver con el post, pero .. ¿ tienes fotos de la antigua iglesia de San Pedro de Mezonzo ? ¿ de la Gasolinera que estaba entre la subida a Sta Margarita y de su vecina la Fábrica La Artística y del Colegio de las Josefinas ? ¿ Y de la Fábrica de Gaseosas ? ¿ De Marcial del Adalid ? perdona, es que me he 'emocionado' al ver la Casa de Socorro. Está en ese barrio toda mi infancia, y todo ha desaparecido. Cuando voy a Coruña no quiero pasar ya por los sitios que te he nombrado, pues no reconozco nada y me entra una depre de caballo.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

De todo lo que comentas, sólo subí al blog una imagen cutre del interior de San Pedro de Mezonzo tras su asalto http://laninhadelexorcista.blogspot.com/2010/09/que-no-se-incendiaron-iglesias-no.html

Cuando vengas, si quieres ver fotos y postales antiguas, pásate por la Biblioteca municipal de estudios locales (Durán Loriga, antigua sede de Hacienda) en donde hay unas cuantas publicaciones, y en algunas, aparecen las imágenes que te interesan.

Si conociste esta casa de socorro por dentro y quieres describirla, o quieres hablar de personajes y anécdotas de ese barrio, por mí encantado. Un saludo.