sábado, 12 de enero de 2013

De caciqueo y venganzas

Esta semana veía un debate en televisión y salía un chico, profesor de cierto departamento en el que de forma curiosa e insospechada sólo entran los que son de la misma cuerda, vamos, más de izquierdas que el grifo del agua caliente :) El caso es que el chico, para determinar el origen del caciqueo político que vivimos en nuestros días, lo atribuyó en gran medida al franquismo, que es de donde venimos y dando a entender que esto en la república no pasaba ¿Y el Casino Republicano de La Coruña como primer escalón para acceder al Ayuntamiento y de ahí a la Comisión de Obras? Cada vez me resultan más simpáticos estos pobres lugares comunes. Cuando un fenómeno denostado es complejo --y a veces sin serlo--, se despacha en dos líneas endosándole un origen durante el franquismo, en donde por supuesto que había caciqueo. No digo que aquellos muchachos que se afiliaron a falange antes de comenzar la guerra apoyasen el caciqueo, las redes clientelares y de poder. Precisamente creo que querían acabar con él, estaban escandalizados con el caso del estraperlo --a cuyo partido pertenecían no pocos de sus padres-- pero ellos buscaban una España pura, sin corrupción. Creo que, por algún caso que conozco, buen número de aquellos mozos acabaron desencantados reconociendo con lástima que cuando alguien llega al poder, hasta los suyos, se podían corromper. Pero estoy convencido de que en los primeros tiempos no era así, que no se corrompían porque aún eran neófitos en el poder y aún aspiraban a acabar con la corrupción. Prueba de ello puede ser esta circular que insertó el gobernador civil y delegado de orden público, Florentino González Valles, en el Boletín Oficial de la Provincia correspondiente al 12 de agosto de 1936. Las negritas son mías.

Sin duda siguiendo la corruptela costumbre de hacer recomendaciones para asuntos que se despachan en las dependencias afectas a este Gobierno, y estando dispuesto a cortarlas por no llevar a ningún fin práctico y sí sólo entorpecer la marcha de los trámites reglamentarios, y con el fin de que llegue a conocimiento del público en general, acuerdo hacer saber por medio de la presente que en lo sucesivo no serán atendidas ninguna clase de recomendaciones sobre los asuntos que se tramitan en este Gobierno civil y Delegación de Orden Público; bien entendido que será objeto de una sanción el que la hiciera, ya que implica desconfianza en la justicia y rectitud en las medidas que se adopten, permitiéndose solamente las peticiones por medio de la solicitud del interesado en recurso de súplica, siempre y cuando tenga pruebas en descargo de su situación. La instancia deberá presentarse debidamente reintegrada, sin cuyo requisito no será admitida.

Lo que he dispuesto hacer público en este periódico oficial para general conocimiento.

   La Coruña, 2 de Agosto de 1936.

El Gobernador civil,

FLORENTINO GONZÁLEZ VALLÉS

Las penas impuestos durante el conflicto nos pueden parecer muy severas porque tenemos otra sensibilidad, también ante la pena de muerte; sensibilidad que es reciente, y recuerdo que el último guillotinado en Francia lo fue en 1977, o que en USA no se tiene aún la sensibilidad que tenemos en Europa. Quiero decir que las penas nos pueden parecer muy severas, pero estoy convencido de que al preguntarse en aquella sociedad porqué habían matado a alguien, cuando uno respondía aquello de, algo haría, no se equivocaba. Si ejecutaban a alguien de forma extrajudicial no lo mataban por dejar en una cuneta un cadáver cualquiera, sino que tenían cargos concretos contra él. La tradición oral suele dar mucho peso a venganzas personales y en mi opinión no debían tener tanto, o lo podían tener de forma indirecta pero denunciando hechos en los que se debía poder comprobar la veracidad de lo manifestado. Del rigor en la investigaciones, o de la intención que tenían de aplicar su ley, igual para todos, puede dar idea esta otra circular que publicó el mismo gobernador, también en el BOP de 12 de agosto de 1936:

Constantemente vengo recibiendo anónimos denunciándome casos que vienen ocurriendo, contra personas que se dedican a propalar noticias tendenciosas, o contra las que se han venido distinguiendo por su actuación nefasta en la vida política, perjudicando y persiguiendo a quienes no les eran afines en sus manejos maquiavélicos.

Para evitar se sigan recibiendo aquellos, ya que con su proceder demuestran no ser dignas las personas que los escriben e impropio de nobles y mesuradas, por la presente hago saber que, en lo sucesivo, cualquier denuncia que se me envíe, sea en el sentido que fuere, que no venga firmada en regla y cuyo autor no responda con toda valentía y dignidad a cuanto se informe, no será tenida en cuenta.

Ahora bien, también he de hacer presente que cuantas denuncias se me hagan, debidamente firmadas, serán reservados los nombres y pueden tener la seguridad de que para nada se hará mención del denunciante.

Lo que he dispuesto hacer público en este periódico oficial para general conocimiento.

   La Coruña 11 de Agosto de 1936

El Gobernador civil,

FLORENTINO GONZÁLEZ VALLÉS

No, no he dado un salto al comienzo de la guerra, o en parte sí, sólo quiero introducir con estas dos circulares las derivaciones que tuvo el asalto a la capilla de Feáns, en donde hubo corruptelas, y se persiguieron.




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