lunes, 13 de mayo de 2013

¿El primer paseo?

Me iba a ocupar hoy del asalto y robo de armas en la Audiencia, en la madrugada del 17 al 18 de julio de 1936, pero lo dejaremos para la siguiente anotación. Este robo se conoce sólo a través de un testimonio incorporado a la causa militar instruida contra el comité del Frente Popular que repartió armas en el Gobierno Civil, lógicamente para matar a los militares alzados, y podría poner de manifiesto, una vez más, el modo en que detentaba el poder el gobernador civil, fusilado, Francisco Pérez Carballo; o las actuaciones igualmente ilegítimas del capitán de Asalto, también ejecutado, Gonzalo Tejero Langarita. Como en la causa instruida con motivo de este robo no hubo fusilamientos, no se presta tan bien para agitar y hacer demagogia, que esto también pudo influir en que no se conozca un hecho emblemático, que marca el comienzo de la guerra en La Coruña. Por no dejar descolgado el asesinato que citaba en la anotación anterior, dejo también el robo de armas en la Audiencia para la siguiente anotación, entre otras cosas también porque mis notas sobre este robo se extienden por ahora a lo largo de 120 páginas y me quedan unas cuantas hasta llegar al año 1963, en el que los documentos aportados tienen ya menos de medio siglo. En mi opinión carecen de trascendencia, pero por imperativo legal, no puedo publicarlos. Nadie se asuste, que en las 120 páginas hay mucha paja, pero quiero tomarlas con todo el detalle que pueda como homenaje de gratitud, allá donde esté, hacia alguien que conocí hasta que tuve diez años y él falleció: Edmundo Lage Vázquez, para mí, el Sr. Lage, al que recuerdo con muchísimo afecto. Todo un señor, y aunque quede hoy un poco cursi decirlo o suene muy de hostelería, todo un caballero.

El 19 de julio de 1936 El Ideal Gallego informaba a sus lectores que se había encontrado en Fontenova, en la Silva de Abajo, el cadáver de un hombre muerto de varios balazos. Se llamaba Gerardo Canzobre Pan, natural de Arteixo y vecino de la travesía de Vera (hoy Alcalde Puga y Parga), 14-1º. El cadáver se localizó en las proximidades de una fábrica de harinas, que según me dicen, estaba en donde hoy se levanta esa nave, por aquí. Esta noticia de prensa es la única fuente de información con la que cuento, por ahora. Ni La Voz de Galicia ni El Pueblo Gallego se hicieron eco del asesinato; tampoco localicé la causa, bien por haberse perdido, bien por haberse inhibido el juzgado en favor de la jurisdicción de Guerra con posterioridad al 20 de julio, día en el que se declara el estado de guerra en La Coruña.

Con estos mimbres intentaremos aproximarnos al cesto de lo sucedido. En primer lugar si el cadáver se encontró en las proximidades de la fábrica de harinas, también estaba próximo el local que usaban los extremistas del ateneo libertario El Resplandor del Abismo, cuya casa, deteriorada, aún se conserva y está casi frente por frente, carretera por medio, al solar que ocupaba la fábrica de harinas.



En segundo lugar, el cuerpo fue encontrado por una señora a las doce y media de la noche, hora en la que se podría realizar perfectamente un paseo. En tercer lugar, si fuese una víctima ocasionada por las derechas o lo que al día siguiente sería bando nacional, el nombre del fallecido aparecería en la bibliografía relacionada con cuestiones de memoria histórica o en sus monumentos, y no lo localizo. En cuarto lugar, vivía en la travesía de Vera 14-1º, la misma vivienda que había usado uno de los trabajadores que en la documentación rastreada aparece como de los más perseguidos por considerarlo esquirol, Arcacio o Alcacio Rodríguez.

Podría tratarse de uno de los llamados esquiroles, al que se liquidó por parte de obreros anarquistas. Ya vimos un pleito ventilado en el Tribunal Industrial de La Coruña en el que varios obreros que trabajaban en las posiciones militares de Punta Herminia y San Pedro de Visma, solicitaban que se les indemnizase al haber sido despedidos de forma indebida el 24 de marzo de 1936. En la instancia que presentan aparece un Gerardo Canzobre Pan, que no la firma, según se dice, por no saber hacerlo. Lo llamativo del caso es que esa instancia está fechada el 14 de septiembre de 1936, cuando ya había fallecido una persona identificada en Fontenova con este mismo nombre.

Las instancias o los escritos oficiales se redactan, en este caso parece que por un abogado, y la fecha se pone cuando se presentan en el organismo correspondiente o en fecha próxima. El muerto en Fontenova, según El Ideal Gallego, fue identificado por unos documentos que llevaba como Gerardo Canzobre Pan, que vivía en donde se había alojado Alcacio Rodríguez, en travesía de Vera 14-1º. Pudo haber una identificación errónea, puede tratarse de dos personas que poseían el mismo nombre, o pudo tratarse del Gerardo Canzobre Pan que había trabajado en los fuertes militares y al que los obreros anarquistas consideraban esquirol. Trataré de obtener más información. Por ahora, aquí nos quedamos.

Versión de El Ideal Gallego correspondiente al 19 de julio de 1936:

Un hombre muerto de varios balazos

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Es hallado en un lugar de la Silva de Abajo


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A las doce y media de la noche, en el lugar de Fontenova, en la Silva de Abajo, y próximo a una fábrica de harinas que allí existe, fué hallado por una mujer el cadáver de un hombre que presentaba varios balazos.

Inmediatamente se dio conocimiento del hecho a La Coruña, de donde salió una ambulancia del Instituto Provincial de Higiene, que recogió el cadáver y lo trajo a la Casa de Socorro del Hospital. Cuando ingresó en este centro benéfico, el cuerpo aún estaba caliente, lo que demuestra que hacía poco que se había cometido el asesinato.

Por los documentos que le encontraron a la víctima, parece ser que se trata de Gerardo Canzobre Pan, natural de Arteijo, y vecino de la travesía de Vera, 14, primero, de La Coruña.

En el lugar del suceso se personó el Juzgado de instrucción del Instituto.

Por ahora, se ignoran los móviles del crimen.


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