viernes, 10 de mayo de 2013

'¡Estades aquí!' Y le pegaron un tiro

Se cuenta en mi casa que un tío con unos seis años --luego sería en torno al año 31-- estaba jugando en la calle del Orzán junto a un bajo en el que paraba un autobús de línea, por aquí. Uno de los que esperaban el autobús sacó una pistola y el niño con curiosidad infantil se quedó mirándola. Sin más ni más el otro le pegó un tiro ocasionándole una herida en un dedo. Ya lo veremos si sigo por el año 31, que también me apetece ponerme a tomar notas de las causas instruidas durante la guerra por las autoridades militares y no tengo muy claro qué hacer.

El 16 de julio de 1936 Manuel Seijas Rey, de 28 años, jornalero, vecino de Vilaboa en Culleredo, pasaba por la Fuente de San Andrés o por la Galera hacia la calle Real con intención de tomar un autobús en la Marina que lo llevase a su domicilio. Iba en compañía de dos amigos que trabajaban en una carnicería de Santa Catalina. Al llegar al cruce de Galera con Olmos, General Mola y callejón del Perete (hoy también llamado General Mola), se cruzaron con otro grupo, y según La Voz de Galicia alguien de este último dijo ¡estades aquí! En versión de El Ideal Gallego se dijo, ese es, y sin tronar ni llover le dispararon un tiro que le ocasionó una lesión en la pantorrilla derecha producida por una bala sin orificio de salida. Los agresores fueron perseguidos por el público y guardias de seguridad sin darles alcance, así que, una vez más, el delito quedó impune. Tal vez fue un mero ataque terrorista con el que contribuir a generar el caos que llevaría a la revolución; o tal vez se equivocaron y lo creyeron uno de los denominados esquiroles. Digo esto último porque Manuel Seijas declaró a la policía que debieron confundirlo toda vez no estaba afiliado a partido alguno, no se encontraba incurso en ningún conflicto y no había tenido la más ligera discusión con nadie, y a los dos días se cargaron en la Silva a un esquirol en lo que podría ser el primer paseo de la temporada, perpetrado no por las derechas o los malvados falangistas, y sí con toda probabilidad por aquellas buenas gentes anarquistas de la Silva y la Moura a las que algunos consideraron perseguidas y otros creemos que les pararon los pies.

Mis notas.

Versión de El Ideal Gallego correspondiente al 17 de julio de 1936:

Herido de un disparo al pasar por la calle de la Galera

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El agredido, que habita en Vilaboa, ignora las causas de la agresión

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Se cree que lo confundieron con otro

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Por un disparo de arma de fuego, hecho inesperadamente por un desconocido, resultó herido anoche, en la pierna derecha, el joven de 28 años, vecino de Vilaboa, Manuel Seijas Rey, de oficio jornalero.

En unión de dos amigos suyos, dependientes de una carnicería establecida en la calle de Santa Catalina, pasaba a las diez de la noche de ayer, el Seijas Rey, por la calle de la Galera, y al llegar a la confluencia de esta vía con la de Fuente de San Andrés, se cruzaron con un grupo de individuos cuyos nombres se ignoran.

Uno de estos individuos, dijo: "ese es", e inmediatamente sonó un disparo de arma de fuego, alcanzando el proyectil a Manuel Seijas, que era el señalado.

Hecho esto, los del grupo agresor desaparecieron, mientras el herido, ayudado por sus amigos, se trasladaban a la Casa de Socorro del Hospital a fin de que se les prestase asistencia médica.

El facultativo de guardia le apreció una herida de bala en la pantorrilla derecha, calificada de carácter leve, salvo complicaciones.

El herido desconoce las causas de la agresión, así como a los autores de la misma.

Al formular la consiguiente denuncia en el Centro de policía, dijo que los agresores debieron sufrir una equivocación, toda vez que él no está incurso en ningún conflicto, no está afiliado a partido alguno y no ha sostenido la más ligera discusión con nadie.

En el momento en que fué agredido se dirigía a la Avenida de la Marina, para embarcar en un autobús y reintegrarse a su domicilio en Vilaboa.

La detonación producida por el disparo causó la natural alarma y se aglomeró el público en el lugar del suceso.

Versión de La Voz de Galicia también de 17 de julio de 1936:

Herido de un balazo

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Anoche cuando pasaba por la calle Estrecha de San Andrés [sic, será Fuente de San Andrés], en dirección a la del Capitán Galán, acompañado de dos amigos, el jornalero Manuel Seijas Rey, de 28 años, casado, natural y vecino de Vilaboa, al llegar al cruce de las calles de la Galera y Olmos, un grupo de unos individuos se acercó a ellos, y sin mediar más palabras que ¡estades aquí!, uno de aquellos hizo un disparo de pistola contra el Manuel que resultó herido.

El agresor y sus acompañantes se dieron a la fuga, siendo perseguidos por unos transeúntes y guardias de Seguridad hasta la Fuente de San Andrés, logrando allí desaparecer.

El herido fué conducido a la Casa de Socorro del Hospital, donde fué curado de primera intención por los facultativos de guardia, de una herida por arma de fuego, sin orificio de salida en una pierna.




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