sábado, 24 de octubre de 2009

Malvados gabachos


El cronista oficial de Betanzos (A Coruña), José Raimundo Núñez-Varela y Lendoiro es uno de esos clientes fijos de los archivos, un investigador de los que no paran, y tiene la virtud de haber rastreado durante muchos años, entre otros documentos, protocolos, con lo cual tiene una visión privilegiada de la vida privada de sus convecinos y de la pública a través de lo que aparece en las escrituras.

Los protocolos en España están como están, para mí que fatal, en la prehistoria de la descripción, y no se puede decir muy en alto que lo normal sería que hubiese cuando menos índices de otorgantes de escrituras, porque a la gente se le ponen los pelos como escarpias y uno se arriesga a que lo crucifiquen. Por ahora y en general, es común que se manejen a través de inventarios en donde el pobre investigador tan sólo tiene como puntos de acceso a la información: el nombre del notario, la fecha del protocolo, el estado de conservación, y un dato para él importantísimo, el número de folios...

Pero volviendo al cronista de Betanzos, acaba de publicar otro de sus libros y en este caso dedica el trabajo a la ocupación francesa de su ciudad en 1809, realmente salvaje, con fusilamientos, saqueos de casas, incendios de edificios públicos y privados, incluso de retablos, libros de biblioteca, y demás a que eran tan aficionados los vecinitos, todo lo cual podría dar pie a Garzón para que abriese una nueva causa general chorras.

En España, tal vez el paradigma en lo que a destrucción y daños graves en archivos provocados por, o como consecuencia de la ocupación francesa se encuentre en Simancas, o en el Archivo de la Catedral de Astorga si nos referimos a la destrucción total de la documentación. Dentro de Galicia, el caso más conocido de un archivo que desapareció como consecuencia de la furia francesa lo encontramos en el Municipal de Betanzos. En la misma ciudad también destruyeron el archivo de la Adminitración de Rentas Reales, con documentos de la Tesorería, Contaduría y escribanía de Rentas, pero no es un caso tan conocido ni repetido por diversos autores, que llegan al archivo municipal y se encuentran con que salvo unos pocos papeles, no hay documentación anterior a 1809 de un ayuntamiento que la tenía y muy rica desde el siglo XIII.

La llegada de los franceses a las casas consistoriales de Betanzos, construidas hacía pocos años por Ventura Rodríguez, supuso un desbarajuste general para la institución. Faltaron bancos, ropas, ventanas, puertas, material de oficina, muebles, etc. Por lo que a documentos del archivo se refiere, sirvieron para encender fuego, las tropas los tiraron por las ventanas, y una buena parte de ellos fueron trasladados a una casa inmediata que servía de cuartel:

"... vieron las puertas abiertas y los papeles en el apresentado de dicha casa consistorial sirbiéndoles de camas a los soldados, y que otros los quemaban, rasgaban, echaban por el balcón y conducían a la casa ynmediata de doña Rosa Vivero de Sarmiento, sin que dichos señores los pudiesen contener".

En sesión de 22 de febrero de 1809 documenta el cronista que "En este Aiuntamiento teniendo presente el lastimoso estado en que se alla este pueblo con motivo del saqueo general que se hizo en él (...) acordó la ciudad comisionar a los señores capitulares don Ignacio de Mella y Barbeito, y don Manuel Roldán y Gil con el presente escribano para que recojan las cortas reliquias de los papeles que han quedado en dichas reales casas, colocándolas en los archivos de ellas donde antes de aora se allavan, haciendo el procurador general que al pronto se reedifiquen y abiliten de llaves".

Núñez-Varela y Lendoiro, José Raimundo: La oucpación de Betanzos y su tierra por los franceses en 1809. 163 días de suplicio en La Voz del Pueblo. Betanzos : Ayuntamiento, 2009, s.p.



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