miércoles, 4 de agosto de 2010

La "malvada" Juana Capdevielle


En otro post os hablé de Juana Capdevielle, del Cuerpo facultativo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos, bibliotecaria en realidad, la "gobernadora", la esposa del gobernador civil umbiliqueño, que fue paseada. Os contaba que lejos del mito y exageraciones que ahora son moneda corriente, hay otras versiones que nos la pintan como una extremista de filiación comunista que agitaba a las masas puño en alto y llamaba cobarde a su esposo por querer rendir el edificio del Gobierno Civil. De hecho, se suele decir, o la tradición oral dice que se vengaron de ella por instar a su marido a que no rindiese el Gobierno Civil. No sólo eso, por lo que os contaré, parece que se vio en ella al elemento más extremista y peligroso del momento en la ciudad, estaban en guerra, y la eliminaron.

En ocasiones me maravillo de lo generosa que es la gente, también en internet. Hace poco me encontré con unas memorias del General farmacéutico Ángel Ramos, que su nieto, que es de suponer que defiende y honra a los suyos, ha picado y colgado en la red. Son francamente interesantes. Contienen algunas imprecisiones, tal vez porque parece que se escribieron entre los años 1959 y 1976, lejos ya del tiempo en que ocurrieron los hechos y la memoria le juega alguna mala pasada al autor. En cualquier caso, creo que se trata de detalles sin importancia.

En estas memorias, se ocupa de Juana Capdevielle, la "gobernadora", a la que atribuye nacionalidad fracesa, error aún común en gente de edad. Yendo al grano, fijaos que nos cuenta este buen General de la hoy mártir, Juana Capdevielle:

En el Gobierno Civil, quedaron cercados el Gobernador Civil y su señora con los guardias de asalto, carabineros y milicianos rojos. La señora se constituyó en Jefe de aquellas fuerzas de resistencia, alentándoles con grandes gritos y vivas a la República, pero el fuerte ataque que sufrieron con fuego de ametralladoras, fusiles y morteros, hacía vacilar a los defensores (...)

Hasta aquí, entraría en lo políticamente correcto. Pero sigue:

El Gobernador Civil se arrepintió y murió cristianamente, diciendo que recibía lo que se merecía, pidió perdón a todos. No así su mujer, que fue la que le empujó a la política y a los “Lejía”, a hacer innumerables crímenes. En la prisión, provocaba a los guardianes haciéndoles exhibiciones obscenas y excitando a la rebelión a otros presos. Era francesa, debiendo tener un cargo muy importante en las organizaciones extremistas, pues llegaron muy fuertes presiones de varios países extranjeros, principalmente de Francia, para que se la pusiera en libertad, mandando un destructor de la Marina para recogerla. Se adelantaron a su llegada, dejando que se escapara la malvada individua que cayó en la huida. Este fusilamiento nos costó un ataque masivo de la prensa extranjera, principalmente la francesa. En Francia había triunfado el Frente Popular, con Leon Blum a la cabeza, de filiación comunista y nos hizo todo el daño que pudo.

Y añade en otra parte que antes de la guerra:

Con el que teníamos que andar con mucho cuidado era con el General Pita Caridad. [en realidad, Caridad Pita]. Era el hombre de confianza de la República. Pero el elemento más peligroso era la señora del Gobernador Civil, nacida francesa y que debía tener grandes cargos en las organizaciones extremistas. Se le atribuía que era la que señalaba a los de la Lejía, las victimas a causar. Era la que empujaba a su marido a la política extremista.

La cosa cambia ¿o no?

Conclusiones:

1.- La propaganda sobre la muerte -lamentable y merecedora de condena- de esta señora, debió ser intensa por parte del gobierno francés, a la sazón en manos del socialista León Blum, repitiéndose hasta la saciedad que cuando la pasearon estaba encinta, que le cortaron los pechos, o que la violaron, aspectos hoy desmentidos por un autor que dicho sea de paso, parece comunista.

2.- Las trabajos que se ocupan de esta bibliotecaria, evitan aludir a su carácter político, al parecer extremista. Con independencia de las exageraciones que pueda o no haber en el relato y que llegaron a conocimiento del entonces Capitán Ramos, ni todo parece que pueda atribuirse a la exageración, ni menos a la ficción. Cualquiera diría que estamos ante una mujer de acción, por lo que se ve, extremista y violenta o amiga de los violentos.

3.- ¿Que no? Otro día os hablo de los que se dicen sus amiguitos, los socialistas "Hermanos de la Lejía", a los que la gente pacífica de Umbilicus mundi no es que les tuviese temor, es que les infundían pánico.



2 comentarios:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

En la causa 613 de 1937, instruida contra el teniente coronel de la Guardia Civil José Clarés Cruz, y comandante de la misma, José Álvarez Ríos por negligencia y auxilio a la rebelión --depositada por el Tribunal Militar Territorial IV (La Coruña) en el Archivo Intermedio Militar Noroeste (Ferrol)--, aparecen algunas declaraciones que explican porqué le pasó lo que le pasó a nuestra protagonista, o si se quiere, porqué no le dieron una medalla.

Al folio 29 vuelto se encuentra parte de la declaración que rindió el teniente coronel de la Guardia Civil Florentino González Valles en Lugo a 15 de abril de 1937. En ella afirma que en las primeras horas de la mañana del 19 de julio de 1936 tuvo noticia de la llegada a La Coruña del nuevo coronel del Tercio, Ramón Pérez Tello. Fue al cuartel de la Guardia Civil para cumplimentarlo y presentarle algunas quejas. "En vista de esto [, de las quejas, Pérez Tello] le llevó al despacho del Primer Jefe Teniente Coronel Don José Clarés Cruz, donde había algunos oficiales; le hizo presente mis indicaciones que mantuve y las vi asistidas por los allí presentes, limitándose el dicho Teniente Coronel a llamar por teléfono al Gobierno Civil para consultarlo. En la conferencia que mantuvo se dio cuenta el declarante, que lo hacía con una mujer a la que llamaba Juanita, lo que recriminó y censuró; esta mujer era la que se decía esposa del Gobernador Civil, diciéndoles el que declara que parecía inaudito la confirmación del rumor de que era ella la que mandaba".

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Por si no fuese suficiente para saber porqué no le dieron una medalla a Juana Capdevielle, resulta más que significativo sobre el extremismo de la motejada como gobernadora otra declaración que se encuentra en la misma causa al folio 215r. La rinde el cabo de la Guardia Civil Ceferino Raposo Gundín en Cangas de Narcea el 16 de abril de 1937. En ella dice que era comandante del Puesto de Outes pero al estallar el Movimiento se encontraba concentrado en Santiago de Compostela. En esta situación le fue encomendada por el alféres jefe de la Línea la misión de atender el teléfono y recibir cuantas órdenes se recibieran de La Coruña y otros puntos, toda vez que el alférez padecía una acentuada sordera que le imposibilitaba para hablar por teléfono. "Que como la situación se hacía cada vez más apremiante pues a cada momento se presentaban comisiones de marxistas exigiendo se cumplimentasen las órdenes que se habían recibido del Gobierno [sobre entrega de armas a la población] y que también a ellos les habían sido comunicadas directamente, llamó de noevo al Gobierno Civil saliendo entonces la esposa del Gobernador que además de ratificar las órdenes anteriores aconsejaba se procurase sublevar a los Soldados de Artillería para que asesinaran a sus Jefes, ya que el movimiento estaba ganado y que todas las fuerzas de Asalto y Guardia Civil estaban luchando con el pueblo a lo que contribuía ella con una ametralladora en la mano y como el declarante le manifestase no le merecía garantía alguna tal orden, que desde luego no cumplimentaría la fuerza, dicha Señora después de interesar esperara, llamó al Comandante Sr. Ríos el cual acudió de nuevo al teléfono repitiendo la orden de entregar las armas y obedecer las órdenes del Gobernador Civil, cortando la comunicación". Con buen sentido, no se cumplimentó el disparate de entregar armas, no al pueblo normal, sino al populacho, que era el que las pedía. Las negritas son mías.