sábado, 6 de noviembre de 2010

De la misma laya: jugar a la llave


Voy con otro episodio de la casa de tócame Roque republicana durante el gobierno del (funesto) Frente Popular. Sigo creyendo, que está por estudiar la violencia o terror izquierdista en el mundo rural gallego durante la Segunda República. For example. De un caso que Blanco Rey conoce en detalle por tradición oral, dice La Vanguardia de 21 de junio de 1936:

Se ha cometido una profanación [el día 7 de junio] en una parroquia inmediata a La Coruña. De una capilla, sita en el lugar de Feans, fue sustraída la imagen de la Virgen del Carmen y varios ornamentos. La imagen fue llevada por los mozos a un lugar donde fue utilizada como blanco en el popular juego de «la llave». Un vecino retiró la imagen, y aún varios ornamentos, y como venganza le fue deribarda la muralla de su campo y destrozados sus maizales.

Cortaban los pinos o los frutales, destrozaban las cosechas, quemaban los pajares, boicoteaban tabernas o pequeñas tiendas que no pasaban por determinados aros... La casa de tócame Roque. Pero de esto, ni mu.

En el juego de la llave, a chave en gallego, se lanzan unos discos metálicos contra un blanco de hierro para derribarlo. Dudo mucho que la talla empleada como blanco por estos animalitos fuese de hierro, así que debió quedar bonita. Lo que decía Unamuno: barbarie, zafiedad, soecidad, malos instintos y lo que era para D. Miguel aún peor, estupidez, estupidez, estupidez ¿O no?

LOS ANIMALITOS

Refiere Blanco Rey (pp. 1178-1180) que los miembros del grupo de Feáns que derribó la capilla del Carmen -de hecho, hoy no existe-, después de haber jugado con su imagen hasta destrozarla, estaban dirigidos, intelectualmente, por el maestro de Sésamo (Culleredo), Ramón Figueroa Vilachá, @ O Comunista, socialista de la FETE, propagandista de izquierdas pero no violento. Otro de los cabecillas era Gerardo Paseiro Carril, de IR, semianalfabeto y jornalero; Santiago Souto Vázquez, @ O Touro; Jesús Deza; Manuel Bello Capelán, @ Manuel de Felipe, de unos 23 años; Carlos Cándame; José Rodríguez Seoane, @ El Esquinas; Manuel Candamio...

Los dos primeros fueron fusilados, que sí, puede ser un exceso bélico. Una vez movilizados, se habían pasado al enemigo, y ya se sabe como se castiga en guerra a los que se consideran traidores... Pero yo me quería referir a que, al menos a Figueroa Vilachá, le van a dedicar un monumento, cosa que también me parece excesiva, porque un poco o un mucho de bestias sí que tenían, y mayor responsabilidad alcanzaba a los dirigentes, aunque ellos no participasen directamente en los disturbios ¿o no?

Hay otra versión del hermano de Ramón Figueroa Vilachá: que éste no conocía a Gerardo Paseiro hasta llegar la guerra; que si les hicieron firmar un documento en el que reconocían que eran republicanos, documento que les costó la vida; y que no se pasaron al enemigo, sino que fueron copados por éste. No me parece muy creíble, empezando porque si el pueblo motejaba a Ramón Figueroa Vilachá como O Comunista, aun sin serlo, era porque estamos ante un individuo de ideas avanzadas en el que resulta perfectamente creíble que se pasase al enemigo de muy buen grado. Como también resulta creíble que en su defensa manifestase que fueron copados... Pero en fin, habría que ver los autos del consejo de guerra que lo condenó, cosa que aún no hice.



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