viernes, 29 de junio de 2012

Mitin ugetista de apología masónica

No me va lo masón ni lo opusino, qué le vamos hacer; puede ser defecto del animal, pero no me va. Me van las cositas que percibo como más legales, no sé si me explico. Y ello por un motivo común: ambas organizaciones (si les llamo sectas, según costumbre antigua, se me van a enfadar XD) tienden a desarrollar políticas en fraude a la soberanía nacional. Quiero decir con lo anterior que ambas colocan sus peones en puestos de poder, y una vez que se hacen con los resortes del mando, forman tramas clientelares en las que unos enchufan a otros, se dan contratos, subvenciones, se enriquecen o enriquecen a la organización; y al final, además de obtener beneficios personales o para el grupo; de mantener un clasismo que mira tú qué bien; o de fastidiarle la vida a chicas que en algunos casos usan de criadas previo lavado de cerebro para que ellos no entren en la cocina, según costumbre aún más antigua, ambos grupos, digo, desarrollan un programa oculto que la gente no votó, en fraude a la soberanía nacional, que ninguna de las dos organizaciones se presenta a las elecciones ni menos sus integrantes explicitan ese programa oculto. Puedo estar equivocado, pero esa es la percepción que tengo y con la que me quedo.

En la mañana del domingo 5 de abril de 1936 se desarrolló un mitín que se llamó de afirmación sindicalista, pero que en mi opinión perseguía hacer apología masónica entre los obreros. Lo protagonizaron gentes de la UGT, más burguesas, más pijas si se quiere que la mayor parte de los trabajadores coruñeses (CNT) y por ello más propensas a acoger con menos reservas a la masonería; pero los obreros ugetistas y de otros sindicatos así como las Juventudes Socialistas de La Coruña no mordieron el anzuelo y el mitin acabó como el rosario de la aurora.

Convocó el acto el Sindicato de Trabajadores de Comercio, afecto a la UGT. "Presidía con el delegado de la autoridad, Manuel Campos", que debe ser Manuel Campos Gómez, según Lamela (p.231), 1º Venerable de la logia Renacimiento Masónico, contable de la Imprenta Lombardero (p.224), que fue expulsado del país como indeseable al principio de la guerra al no ser ciudadano español sino cubano (p. 236).

Se disculpó la ausencia del dirigente ugetista Francisco Mazariegos, enfermo en Madrid, e hizo uso de la palabra Bernardo Hernández, que debe ser Bernardo Hernández Ares, según Lamela (p. 136) presidente del Sindicato de Trabajadores de Comercio, miembro de la misma logia Renacimiento Masónico (p. 226), fusilado sin formación de causa en la playa de Bastiagueiro el 18 de agosto de 1936, tal vez por haberse achacado las culpas de los dirigidos pertenecientes a ese sindicato (resistencia al Ejército, hacer huelga revolucionaria, etc.), a sus dirigentes. Intervino a continuación Rogelio Paredes, secretario del mismo sindicato, tal vez Rogelio Paredes García (que aparece entre varios comunistas en esta relación de apoderados). Ambos exaltaron la labor desarrollada por la organización e invitaron a afiliarse a aquellos trabajadores que aún no lo hubiesen hecho.

El plato fuerte se sirvió al final y ya digo que acabó como el  rosario de la aurora... Intervino quien según El Ideal Gallego era ex-presbítero, ex-militar y ex-fraile, Matías Usero, de Ferrol, ugetista según él desde hacía 30 años, destacado masón y furibundo anticlerical, fusilado sin formación de causa en Ferrol también el 18 de agosto de 1936. Elogió al marxismo y a sus más destacadas figuras aunque consideró que estaba enfermo porque lo habían mixtificado; combatió a la Compañía de Jesús; y dedicó párrafos laudatorios hacia la masonería... Y esto de hacer apología de una organización burguesa como la masonería, por muy obreros de la UGT que fuesen --que no sería la mayoría, que iban a estos actos como quien va hoy al fútbol-- provocó malestar entre el público, silbidos y según El Ideal Gallego, que se pidiese controversia. La aceptó el orador pero no el delegado de la autoridad, así que el primero emplazó a sus contradictores a la Casa del Pueblo de Ferrol. Los conceptos que vertió sobre la masonería también hicieron que las representaciones de las Juventudes Socialistas --es de suponer que alguno o todos los de la Lejía-- desalojasen el palco que ocupaban, y tras ellos los diversos sindicatos en medio de un monumental escándalo que llevó a la presidencia a suspender el mitin. Esta suspensión se suaviza en La Voz de Galicia indicando que "el acto se dio por terminado". Lógico porque era un periódico en donde tenía algún peso la UGT. Según Pedro de Llano, "Bocelo", en La Coruña "mandaba la CNT y, de hecho, si no pertenecías a ella no te dejaban trabajar. Me acuerdo que en "La Voz de Galicia" la UGT alcanzó unas mejoras salariales importantes, pero la CNT impidió a los trabajadores aceptarlas" (Carlos Fernández, 2ª ed., 2007, p. 649).

Aquellos obreros podían ser primarios, intolerantes, violentos o fanáticos si se quiere, pero entre ellos eran legales y no aceptaban milongas masónicas propias de burgueses. 

Se lee en El Ideal Gallego correspondiente al 7 de abril de 1936:

En un mitin sobre la masonería se produce un escándalo

-----------

El domingo se celebró en el teatro Rosalía un mitin que se llamó de afirmación sindical, que careció de importancia; pero al final pronunció una conferencia el ex-presbítero, ex-militar y ex-fraile Matías Usero, que degeneró en escándalo.

Su conferencia era sobre masonería, marxismo y jesuitismo. Dijo que el marxismo se encuentra enfermo porque lo han mixtificado. Anuncia que la C. N. T. en su próximo Congreso de Madrid propondrá si debe o no colaborar con la masonería.

Sigue hablando largamente sobre la masonería. En el público empiezan a sonar silbidos. Se pide controversia que él acepta pero no permite el delegado de la autoridad. Los de la U. G. T., que eran los organizadores del acto, empiezan a desfilar en medio de un monumental escándalo y se ve precisada la presidencia a suspender el acto.

La Voz de Galicia correspondiente al mismo 7 de abril de 1936 le dedica más espacio:

El mitin del domingo

------

Como habíamos anunciado, anteayer, a las once de la mañana, se celebró en el teatro Rosalía Castro el mitin de afirmación sindical, organizado por el Sindicato de Trabajadores de Comercio, afecto a la U. G. T. 

Presidía con el delegado de la autoridad, Manuel Campos.

El teatro estaba lleno.

Los palcos tenían cubiertos sus antepechos, con banderas de las distintas sociedades, sindicatos, agrupaciones y juventudes.

De Ferrol, llegaron para asistir al acto varios autobuses con excursionistas.

El presidente, después de declarar abierto el acto, explica que, encontrándose enfermo en Madrid, Francisco Mazariegos, hablaría en su lugar Rogelio Paredes.

Hace uso de la palabra Bernardo Hernández, el cual expone los progresos realizados por el Sindicato Mercantil, hace resaltar las ventajas que ofrece a los empleados y excita a afiliarse en él a los que no figuren en sus listas.

En semejantes términos, se expresa a continuación el secretario del referido Sindicato, Rogelio Paredes, que dedica un recuerdo a Mazariegos, ausente.

Luego habla Matías Usero, de Ferrol. Se refiere a su antigua profesión sacerdotal y dice que hace 30 años pertenece a la  Unión General de Trabajadores y actuó en la defensa de los propietarios del campo y de la ciudad.

Exalta el marxismo y a sus más destacadas figuras, combate a la Compañía de Jesús y dedica párrafos elogiosos hacia la masonería, refiriéndose a su función beneficiosa para el proletariado.

Los conceptos que el orador vierte en relación con este tema hacen que se retiren las representaciones de juventudes socialistas que ocupaban un palco, y con ellas otras de diversos sindicatos.

El orador ofrece la tribuna a quien desee controvertirle, y acepta el ofrecimiento uno de los presentes; pero, ante la falta de unanimidad del público, el presidente no autoriza el debate.

Termina su discurso Usero, emplazando a sus contradictores para la Casa del Pueblo de Ferrol.

El acto se da por terminado, desfilando la concurrencia con orden y haciendo comentarios acerca del incidente ocurrido.


2 comentarios:

Mónica dijo...

¿ Sabes si asesinaron a Mazariegos ? creo que sí, a él, a su mujer, ( era maestra ) y a sus hijos ( niños aún ) Mi abuelo tuvo en casa a su mujer escondida, ( la andaban buscando ) pero días después ella se marchó con sus hijos. Si sabes algo de esto ... ¿ podrías decirme algo de cómo fue la muerte de Mazariegos y familia ?

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Lo mío no es la represión, pero algo sé. Sí, a Mazariegos lo fusilaron tras el consejo de guerra que condenó a muerte, también al alcalde. Ese consejo de guerra está parcialmente publicado, y desde luego lo están las declaraciones de Mazariegos, en las obras de Lamela sobre La Coruña: Estampas de injusticia..., y A Coruña, 1936: memoria convulsa de una represión.

Los alzados emplearon la misma legitimidad que usó Fermín Galán en el 31. Quiero recordar que el bando declaratorio del estado de guerra tenía un sólo artículo: aquel que se oponga de palabra, por escrito o que haga armas contra la república naciente será fusilado sin formación de causa.

Mazariegos se opuso con el gobernador al Alzamiento, y colaboró en el reparto de armas con las que batir a los militares, delito que se consideraba gravísimo, y lamentablemente fue pasado por las armas. Todos tenemos parientes a los que les ocurrió eso.

Su esposa sin embargo fue paseada, fusilada sin formación de causa. Le debieron descubrir que participó en el reparto de armas, días previos, en la zona de Corcubión (escribo de memoria) se le supo, y fueron a por ella. La pasearon en la zona de puente de la Castellana. Esto también lo debe contar Lamela en uno de sus libros.