viernes, 30 de noviembre de 2012

De Alejandro Dopico Saleta y sus amigos 'maleantes'

El 26 de mayo de 1936 La Voz de Galicia publicó este suelto:

Por golpear y lesionar al joven de diecinueve años, José Acosta Pérez, vecino de la calle de Zalaeta, 3, bajo, fueron detenidos y denunciados, los jóvenes Juan Dopico Fontenla, de dieciocho años, de la calle de Sinforiano López, 52; Manuel Dopico Calvo, de diecinueve, de la calle de la Falperra, 7, y Alejandro Dopico Saleta, de diecinueve, de la calle de Mariana Pineda, letra N.

De José Acosta sólo sé que un tal José Acosta Pérez fue acusado en 1933 de robar dos pistolas a unos guardias de Asalto, aunque no se pudo probar este delito y la Audiencia sobreseyó.

De Juan Dopico Fontenla y Manuel Dopico Calvo se puede decir algo más. En los últimos meses del año 1935 se produjo una oleada de robos en el puerto como no se recordaba, que censuró la prensa y tal vez generó una cierta alarma social, cortada por las autoridades de aquel gobierno de centro derecha que no permitía a las buenas gentes anarquistas y de izquierdas que alcanzasen determinadas libertades, por ejemplo la de robar. El 7 de noviembre de 1935 un representante de la empresa propietaria de la draga "San Juan", surta en el puerto para los trabajos de construcción del muelle de trasatlánticos, denunció en el cuartel de la Guardia Civil que le habían robado unos 15 m de cadena de unos 18 mm así como 125 m de cable metálico de unos 8 mm de grosor. Esta denuncia que recibe el teniente Juan Aranguren Ponte, jefe de la línea de la capital, hace que comisione al popular sargento Manuel Santos Otero, cabo Ángel Fernández Garea, junto con los guardias Luis Expósito Castaño y José Seijo Carneiro, que lograron recuperar lo robado, efectuando a la vez diversas detenciones. Con estas miras la fuerza actuante se personó en los muelles y lugares próximos en donde detuvo a "varios maleantes" que tenían por allí su campo de acción. 

Lo que nos interesa es que en la relación de "maleantes" que proporciona la Guardia Civil se encuentran Juan Dopico Fontenla y Manuel Dopico Calvo, ambos marineros como Alejandro Dopico Saleta, que según La Voz de Galicia (y El Pueblo Gallego) habían golpeado y lesionado a José Acosta Pan. De Alejandro Dopico Saleta se dice que formaba parte del Sindicato de tripulaciones de buques pesqueros, 'El Despertar Marítimo', sindicato anarquista. Participó en la fuga fracasada del Portiño el 3 de marzo de 1937, en  la que quienes intentaban escapar hicieron fuego contra los artilleros de la batería de costa del monte San Pedro que pretendían identificarlos y en su caso detenerlos. En virtud de lo anterior fueron acusados de rebelión militar y condenados: quince a sufrir la pena de muerte, diez la de cadena perpetua, y dos a quince años de prisión. La reclusión perpetua y los quince años de prisión se tradujeron en su salida de la cárcel en 1940, salvo uno que lo hizo en 1943; todo ello en virtud de las sucesivas disposiciones que amnistiaban los delitos cometidos durante la guerra --siempre que no fuesen de sangre o de aquellos que repugnan a las conciencias honradas, y en esta huida los penados habían hecho fuego, pero no sangre.

Para el caso de Alejandro Dopico se dice que influyó en su condena a muerte que organizase en la cárcel un plante de dos minutos de silencio en protesta por la muerte de unos compañeros que habían sido fusilados la noche anterior. Sin duda, pero para graduar su perversidad, en mi opinión también debieron influir sus antecedentes pendencieros o de hombre de acción, la agresión en la que según la prensa participó junto con dos individuos a los que la Guardia Civil tenía por "maleantes" del muelle, y que por aquello de dime con quien andas, podían tener algunas similitudes con Alejandro, entre otras, formar parte del mismo sindicato.

Mis notas.


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