lunes, 4 de febrero de 2013

No era un peligro social

En ese Campo de la Leña, hoy plaza de España, estaba instalado el chambo, con sus chambonas y arcones en los que se compraba y vendía de todo, incluso objetos robados. Las propias chambonas salían de sus arcones en busca de mercancías, y así voceaban por las calles de La Coruña:

La chambooooooooooooona. Se compran ropas, muebles, zapatos y potas de porcelaaaaaaaana. La chamboooooooooooooona...

 Sobre las nueve y media de la noche del 7 de junio de 1936 José Sánchez Darriba, herrero de 39 años, que era propietario de uno de los arcones se acercó a él para guardar un perro. De acuerdo con su versión, dos individuos se pusieron a orinar contra el arcón; como el herrero nada les dijo, se mofaron de él y forcejearon. José Sánchez apareció con la camisa rota en la parte superior. Para evitar que siguiesen en la misma actitud, el herrero tomó un revólver que tenía en el arcón sin licencia ni guía de pertenencia. Los intimidó y sus agresores fueron a llamar a una pareja de Asalto, que cacheó al herrero ocupándole el revólver con cinco balas, tres de ellas vacías, y una picada. Sánchez Darriba fue denunciado y pese a que el fiscal solicitó en sus conclusiones provisionales que se le impusiesen cuatro años, nueve meses y once días de prisión menor, más las accesorias y costas correspondientes, en el juicio oral se probó que José Sánchez Darriba no era peligroso en lo social, modificando la Fiscalía sus provisionales para solicitar en las conclusiones definitivas que se le hiciese sufrir la pena de cuatro meses y un día de arresto mayor. El tribunal acabó condenándolo a tres meses de arresto mayor.

Traigo a colación este hecho, además de para documentar, una vez más, el desquiciamiento de aquella sociedad en lo que a uso de armas cortas de fuego se refiere, para que cualquiera pueda constatar que la peligrosidad social no es un invento del franquismo. La legislación republicana, en este caso la Ley sobre tenencia de armas de fuego, en su artículo 5º permitía a los tribunales rebajar en uno o dos grados la pena a imponer a los reos de tenencia ilícita de armas de fuego, si apreciaban en ellos una carencia de peligrosidad social.

Mis notas.


2 comentarios:

Mónica dijo...

Las chambonas .... le oí comentar sobre ellas a mi madre, Muñeca Casal. Eran la versión antigua de los mercadillos actuales. Vendían todo tipo de prendas de segunda mano ( según tengo entendido ) 'chambras' ..... vaya Vd. a saber qué 'habitantes' tendrían esas 'chambras' jajaja

Me encanta tu blog, Niña.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Gracias wapa, un saludo.