lunes, 8 de abril de 2013

De los hermanos Freire y su asesinato (y V)

Esta imagen que veis fue la que publicó el 1 de julio de 1936 El Ideal Gallego con una parte de las víctimas del atentado, el autobús, los impactos o el conductor.
Parece que fueron cuatro los pistoleros que se apostaron en la entonces avenida de Marzán y hoy de Joaquín Planells. Como se dice que los pistoleros pararon el autobús poco más allá del cruce con la carretera del Birloque, después de la Granja, yo calculo que el hecho debió ocurrir por aquí. El P. Silva Ferreiro no interpreta bien a sus informantes y sitúa el suceso en "la Granja (Laracha)". En realidad el atentado se dio en La Coruña, en la avenida de Joaquín Planells, algo más allá de la Granja Agrícola Experimental, que a ojímetro, debía ocupar una amplia franja que partiendo de la avenida mencionada a la altura de la Casa Cuna, comenzaba tras esta, atravesaba la actual avenida de Alfonso Molina hacia la Biblioteca nodal de La Coruña. 
Ya comenté en la primera anotación, que una señora de provecta edad me dijo que los pistoleros entraron en el autobús diciendo: "quietos todos, que aquí sólo van a morir dos". Me lo dijo en castellano cuando usaba en el resto de la conversación el gallego, lo que podría abonar la posibilidad de que los pistoleros fuesen forasteros. El mismo P. Silva Ferreiro refiere que en este crimen "el pueblo señala como asesinos a los de la lejía, traídos acaso por elementos de la comarca". Mantengo ciertas reservas. Si el "pueblo" de nuestros días ve de forma masiva determinados programas de televisión basura ¿qué criterio podría tener el "pueblo" de los años 30? Manuel Fernández Fernández, anarquista que vivió estos sucesos, firma varios artículos en la Gran Enciclopedia Gallega. En el titulado Anarquismo, pone como ejemplo de acciones subversivas, de la pendiente terrorista por la que se deslizó la Confederación Regional Galaica de la CNT, tanto la bomba en el café Iberia "destrozando las piernas al hijo de un obrero" (murió), como el hecho de haber sido "asaltado un autobús de la línea de Carballo resultando muertas dos personas y varios heridos". Ya vimos que en realidad los muertos fueron tres. Que pudieron tomar parte en el atentado individuos de las Juventudes Socialistas es algo que entra dentro de lo posible, pero ello sería de acuerdo con la CNT, con gentes del Sindicato de profesiones varias de Cabovilaño. Afinar ahora si en el hipotético caso de que interviniesen las JJ SS, fueron los de la Lejía quienes tomaron parte en el hecho directa o indirectamente, me parece que con la información que poseo sería internarme en un terreno que no lleva a ningún sitio. En mi opinión, tanto por lo señalado por Manuel Fernández Fernández, como por la tradición oral que pude recoger en Laracha o Carballo, el asesinato debe atribuirse al Sindicato de profesiones varias de Cabovilaño, que pudo contar como verdugos con elementos foráneos, al igual que según se decía, el atentado al presidente de la Patronal lo perpetró Santiago Galeote, del que comentaban los viejos que los anarquistas coruñeses fueron a buscarlo a Madrid, y en efecto era oriundo de Getafe, aunque tal vez llevase ya algún tiempo trabajando en La Coruña; al igual que ocurría en zona roja durante la guerra de tal forma que la represión en un pueblo la llevaban a cabo vecinos de otros pueblos cercanos y viceversa. En Cabovilaño, más arriba del lugar de Nogán, pueden saber algo, otra cosa es que lo cuenten aunque sería de agradecer, que esto es sólo agua pasada más o menos interesante. La tradición oral en Laracha habla de alguien de ese lugar más arriba de Nogán, que se escondió en el monte al comenzar la guerra porque estaba complicado en el atentado contra los hermanos Freire Caamaño. A saber.

El sumario abierto se declaró terminado sin haber procesado a nadie y la Audiencia Provincial dictó un auto de sobreseimiento quedando el delito impune. Como cualquiera puede suponer, a poco de comenzar la guerra, con las pasiones desatadas, Abeleiras debió ser considerado como lo consideraba la Guardia Civil en 1934, un individuos peligrosísimo para el mantenimiento del orden público, indeseable, y fue fusilado sin formación de causa. Su cadáver apareció por Fonte Loureira el 13 de septiembre de 1936 según P. Blanco Rey (p. 1221) o Lamela (p. 150). Cuenta Blanco Rey que según le refirió un vecino, este se lo encontró de noche cuando volvía de mocear un domingo y ya lo habían bajado al cementerio de Armentón. Este vecino recordó al P. Blanco Rey como otro vecino fue encargado de velar o custodiar el cadáver de Abeleiras, y estaba todo muerto de miedo; que a las pocas horas llegó por allí O tío Pedro de Iglesias, con una pareja de la Guardia Civil, entiendo que para identificar el cadáver. El uso "tío" en pueblos y aldeas gallegas, aplicado a un vecino con el que no se tiene ese parentesco denota afecto, proximidad, o cercanía hacia alguien que se considera buen vecino. Pedro Iglesias era propietario de un aserradero y ya vimos que le pusieron una bomba en su casa, delito que quedó impune. Enterraron a Abeleiras al día siguiente, en el cementerio de Armentón con escaso acompañamiento de público. A falta del sumario en el que se investigó el asesinato de los hermanos Freire, os dejo con las noticias que publica la prensa local de la época y alguna que otra imagen.

Versión de El Ideal Gallego correspondiente al 30 de junio de 1936:

Tres muertos y tres heridos en una agresión a tiros

---------

Unos desconocidos detuvieron el ómnibus de Laracha y disparan de improviso sobre sus ocupantes

------------

[Sigue un espacio en blanco correspondiente a un subtítulo eliminado por la censura republicana].
-----------

A las siete de la tarde de ayer ocurrió un suceso en la carretera de Arteijo y en las inmediaciones de la Granja, entre el que resultaron tres personas muertas y otras tres heridas, por agresión que cuatro desconocidos realizaron, utilizando pistolas ametralladoras, contra el autobús de viajeros,  C-.4.934, que conducía José Gómez, vecino de Laracha.

LA AGRESIÓN
Procedente de esta capital, iba dicho vehículo, denominado "El Barquillero", con dirección a Laracha, conduciendo a 23 pasajeros, y al pasar por la bifurcación que la carretera de Arteijo hace con el camino que conduce al Birloque, por cuatro desconocidos se hizo al conductor la señal para que detuviese el autobús.
En la creencia de que se trataba de nuevos pasajeros, el chófer detuvo la marcha y una vez parado el vehículo, los cuatro desconocidos se acercaron a las portezuelas del coche e hicieron varios disparos contra el interior, utilizando para la agresión pistolas ametralladoras.
De quince a veinte fueron los disparos hechos por los cuatro sujetos, y éstos, aprovechando la confusión que produjo lo inesperado del suceso, se dieron a la fuga, internándose por el campo, sin que se les pudiese alcanzar por ninguno de los viajeros del autobús.
FALLECEN TRES DE LOS HERIDOS
A fin de que se les prestase asistencia médica a los viajeros heridos, el autobús retornó a La Coruña y trasladó a los infelices viajeros heridos a la Casa de Socorro de Santa Lucía.

Los médicos de guardia, don Julio Torrado y don Urbano Losada, auxiliados por los practicantes don Luciano Dopico y don Santiago Cabanillas, prestaron la cura de urgencia a los heridos siguientes:

José Varela Cotelo, de 35 años, casado, de Laracha, que presentaba una herida de arma de fuego en la región glútea izquierda, de pronóstico reservado; Benjamín Álvarez Torres, con domicilio en Lañas (Arteijo), dos heridas, una en la región ciliar derecha y otra en el frontal izquierdo (pronóstico reservado), y José Mariño Gómez, soltero de Soutullo, en Laracha, quien presentaba una herida en la cara anterior del hombro derecho, calificándose su estado de pronóstico reservado.

Después de ser asistidos de urgencia, los tres mencionados heridos pasaron al Hospital de Caridad, donde quedaron ocupando sendas camas.

La ciencia no pudo prestar sus auxilios a las otras tres personas que habían resultado heridas en la cobarde agresión, toda vez que ya eran cadáveres cuando el autobús llegó al indicado centro benéfico de Santa Lucía.

Las tres personas muertas se llamaban: José Freire Caamaño y Francisco Freire Caamaño, hermanos ambos, solteros y con domicilio en la parroquia de San Román, en Laracha, y una mujer llamada Pastora, vecina de Laracha, donde habita en unión de un hijo soltero. Esta mujer tenía cuatro hijos más; dos casados en Laracha, uno en Cayón y otro en Buño.

Los cadáveres de los referidos hermanos y el de la mujer fueron trasladados al anfiteatro del Cementerio general, donde quedaron hasta hoy al mediodía, en que se les practicará la diligencia de autopsia.

[Sigue el resto de la columna, unas 34 líneas en blanco, eliminadas por la censura republicana].

Versión de La Voz de Galicia correspondiente al 30 de junio de 1936:

El sangriento suceso de ayer

--------

Por una venganza detienen un coche de viajeros y a tiros matan a tres

--------------

Hay además varios heridos

A las siete y cuarto aproximadamente de la tarde de ayer ocurrió un trágico e inesperado suceso en la bifurcación de las carreteras del Birloque y Arteijo, a inmediaciones de la Granja Agrícola.

Avanzaba por esa vía con dirección a Laracha el ómnibus de viajeros que realiza de ordinario este servicio. Llevaba como conductor José Gómez Bertoa, de 35 años, natural de Vilaño, en aquel Ayuntamiento.

Iban en el vehículo unos 23 pasajeros.

Más allá de la Granja, varios individuos --como unos tres o cuatro a lo que se colige-- se adelantaron hacia el centro de la carretera e hicieron señas al chófer del auto para que éste se detuviese.

Juzgando Gómez Bertoa que se trataba de unos viajeros que procuraban asiento en el coche, accedió a parar.

Un ayudante de Gómez se apeó y abrió la portezuela para que entrasen los desconocidos. Pero fué entonces cuando se desarrolló la tragedia.

Los tales individuos, por lo menos dos de ellos, empuñando pistolas rompieron súbitamente el fuego contra el interior del automóvil, entre la sorpresa, las voces y el pánico de los inquietos viajeros.

No de otra suerte procedían antaño los bandoleros sin corazón que se echaban al camino y asaltaban las diligencias.

No se sabe cuantos fueron los disparos.

Parece que ocho o diez. Acaso más. Pero como la confusión que se produjo fué todo lo grande que cabe suponer, nadie paró mientes más que en esquivar la intensidad de la granizada de balas, acurrucándose o tumbándose en el fondo del auto.

O

De esta confusión se aprovecharon precisamente los agresores para huir, parece que sin dejar de disparar.

El ayudante del conductor y otro viajero se apearon rápidamente y tuvieron intención de correr tras ellos mientras daban voces pidiendo auxilio. Pero no tenían armas, su situación era de manifiesta inferioridad y tuvieron que optar por volver al coche donde se desarrollaba una patética escena.

El chófer dice que cuando llegaba un poco más allá de la iniciación de las obras del ferrocarril de La Coruña a Zamora vio apostados a los tales sujetos, que él tomó por presuntos viajeros; mas al oír los disparos se agachó, resguardando la cabeza contra el respaldo del asiento.

En el interior del vehículo habían caído al parecer sin vida --y muertos quedaron en efecto, según se vio luego-- tres de los viajeros: José Freire Caamaño, de 32 años, soltero, vecino de San Román, en Laracha; Francisco Freire Caamaño, de 26 años, hermano del anterior, y una anciana mujer de la que sólo se sabe de momento que se llamaba Pastora y era conocida por la viuda de Corral.

Había además tres heridos, Benjamín Álvarez Torres, de 19 años, avecindado en Lañas, que sufre heridas de carácter grave; José Mariño Gómez, de 32 años, soltero, de Laracha, de pronóstico reservado, y José Varela Cotelo, de 35 años, traficante en ganado y casado, también en Laracha.

Los demás viajeros se apearon todos, quedando sólo en el automóvil las víctimas nadando en sangre. Con todo, fuerza fué retornar a la población lo más rápidamente posible y el ómnibus, que tiene el número de matrícula 4.934, dio vuelta hacia el interior, deteniéndose en la Casa de Socorro de Santa Lucía.

O

Si alguna vida conservaron durante el trayecto los hermanos Freire Caamaño y la viuda de Corral, ello es que ya ingresaron muertos en el establecimiento citado.

Los médicos y practicantes de guardia sólo tuvieron que registrar la defunción por heridas de arma de fuego. Y dedicarse a curar a los heridos --de los cuales el joven Álvarez Torres, que es el más grave, pasó en una ambulancia a ocupar una cama en el Hospital civil.

Los cadáveres fueron trasladados anoche mismo al anfiteatro del cementerio, donde hoy se les practicará la autopsia por los médicos forenses a presencia del Juzgado del distrito de la Audiencia, que empezó a entender en el crimen.

O

El chófer declara que no conoce a los individuos que realizaron la agresión ni recuerda que hayan viajado nunca en su coche.

Se supone que el bárbaro ataque iba concretamente dirigido contra los dos hermanos que hallaron la muerte y se dice que se trata de una venganza como resultado de un fallo de los Tribunales recaído en determinado sumario criminal o en un pleito. Este extremo no se puntualizaba bien anoche.

El conductor y los viajeros sólo apuntaban la suposición de ese hondo resentimiento entre las dos víctimas y sus matadores. La infeliz Pastora y lo mismo los heridos, eran en absoluto ajenos a todo ello.

Tal fué en líneas generales el luctuoso suceso de ayer que suscitó unánimes condenaciones. La Guardia civil y la Policía trabajan activamente para lograr detener a los delincuentes. En la Comisaría de Policía se hizo anoche una labor celosa de reconstitución de los hechos.

La Voz de Galicia amplía información el 1 de julio de 1936, incluyendo estas fotografías del autobús, uno de los heridos, y de los hermanos Freire:

EL CRIMEN DE LA CARRETERA DE ARTEIJO

Ayer siguió hablándose mucho de la agresión sangrienta y audaz perpetrada a la luz del día y a presencia, por lo menos, de los veintitantos viajeros que iban en autobús camino de Laracha.

Sin embargo, los agresores lograron desaparecer, como ayer decíamos y no se hizo aún ninguna detención, que sepamos.

Conjurando en torno al bárbaro atentado, a  sus orígenes y consecuencias, se acentuaba entre los comentaristas la creencia de que el triple crimen pudo tener por móvil una represalia o una venganza.

Se recordaba que en la mañana del mismo día del suceso --el lunes-- se había efectuado en la Audiencia territorial la vista de un proceso seguido por homicidio causado por imprudencia temeraria, contra José Freire Caamaño, uno de los dos hermanos que horas después caía muerto a balazos no lejos de la Granja Agrícola, en la nueva carretera de Arteijo, cuando iba en el auto "El Barquillero".

El fiscal había pedido para Caamaño diez meses y un día de prisión menor y diez mil pesetas de indemnización, como autor de la muerte, por imprudencia, de José Mallo Martínez. Hubo además acusador particular.

El hecho ocurrió el día 4 de abril de 1934 en la misma carretera de Arteijo, con ocasión de ir conduciendo en José Freire un automóvil, el cual, al volcar en un viraje efecto de la  mucha velocidad que dicen que llevaba, aprisionó al Mallo, que falleció a consecuencia de las lesiones recibidas.

Estaba Freire en libertad provisional y el lunes tornaba libre a su casa, juntamente con su hermano Francisco --muerto de un tiro también en el citado coche-- y acaso de algunas otras personas que como testigos o como curiosos habían asistido a la vista en la Audiencia.

¿Hállanse o no en lo cierto quienes relacionan ambos sucesos --el prólogo y el epílogo, como si dijéramos-- o nada tiene que ver el uno con el otro y fue la agresión completamente ajena a la sustanciación del proceso? 

El Juzgado, la Guardia civil y la Policía, que siguen actuando celosamente, esclarecerán, sin duda, lo que hay en todo ello.

Sigue la noticia, a la que le arrancaron una parte en el ejemplar que consulté, dando cuenta de haberse realizado la diligencia de autopsia; se indica que el cadáver de Pastora Muñiz Pallas fue trasladado a petición de la familia a su domicilio de Laracha, en donde recibiría sepultura. Dos de los heridos continuaban mejorando en el Hospital de Caridad, mientras el más grave, Benjamín Álvarez Torres, se trasladó al Sanatorio del Pilar en la plaza de Pontevedra en donde fue operado por los médicos Amadeo Rey Grimaldos y José Barbeito Rouco.

También amplía información El Ideal Gallego correspondiente al 1 de julio de 1936:

Sigue gravísimo uno de los heridos de anteanoche

----------

Ayer les fue practicada la autopsia a los cadáveres de las tres víctimas

-----------

El Juzgado continúa sus pesquisas y parece que existe una pista concreta

-----------

En la mañana de ayer les fue practicada la autopsia, en el anfiteatro del Cementerio, a los cadáveres de los hermanos, José y Francisco Freire Caamaño y el de la mujer, llamada Pastora, víctimas de la brutal agresión ocurrida el lunes último en la carretera de Arteijo.

Esta diligencia, verificada con la asistencia del juez señor Spiegelberg, el secretario señor Urioste y el oficial señor Ceballos, fué practicada por los médicos señores Martínez Arnaud y Villardefrancos y el practicante señor Otero.

UNO DE LOS HERIDOS SIGUE GRAVÍSIMO

Continúan hospitalizados, y, dentro de la gravedad, han experimentado alguna mejoría, José Varela Cotelo y José Mariño Gómez, heridos en el suceso mencionado.

El otro herido, Benjamín Álvarez Torres, que presenta dos lesiones producidas por arma de fuego en la cabeza, fué trasladado a una clínica particular de esta capital, en donde se le practicó una importante operación quirúrgica. Su estado es de suma gravedad.

LA MUJER MUERTA

De las investigaciones practicadas por la autoridad, se han podido practicar los datos correspondientes a la mujer muerta.

Se llamaba Pastora Muñiz Palla, de sesenta y tantos años, y era natural de Torás (Laracha), donde vivía con un hijo, según informamos ayer a nuestros lectores.

LA ACTUACIÓN DEL JUZGADO

En el Juzgado de instrucción que instruye el sumario se guarda absoluta reserva acerca del resultado de las diligencias practicadas.

Por la Guardia civil y la Policía se vienen realizando activas gestiones encaminadas al descubrimiento de los autores del sangriento suceso, pero nada hemos podido averiguar; sin embargo, parece ser que se dispone de una pista que algunos estiman segura.

Ayer se realizó una detención y por el Juzgado han desfilado varios testigos.

Continúa informando El Ideal Gallego correspondiente al 3 de julio de 1936:

Presunto autor del crimen de la Granja, detenido

--------

Los tres heridos en el suceso continúan mejorando

----------

Pese a la gran reserva con que lleva sus actuaciones el Juzgado que entiende en el esclarecimiento de la agresión a los ocupantes del ómnibus a Laracha --suceso en el cual hallaron la muerte tres personas-- y resultaron heridas de importancia otras tres--, sabemos que ha sido detenido, e ingresado en la cárcel de La Coruña, un individuo --cuyo nombre no hemos podido averiguar, dado el gran secreto de que rodea el Juzgado toda su labor--, sobre el que recaen sospechas de que pueda ser uno de los cuatro sujetos que consumaron la agresión en las inmediaciones de la Granja.

La Guardia civil y la Policía prosiguen, por su parte, sus investigaciones encaminadas al esclarecimiento total del suceso.

MEJORAN LOS HERIDOS

Continúan en el Hospital municipal los heridos José Varela Cotelo y José Mariño Gómez, que van mejorando de las lesiones sufridas.

También ha experimentado alguna mejoría el otro herido, que lo está de mayor gravedad, Benjamín Álvarez Torres, el cual se encuentra hospitalizado en un sanatorio particular de esta capital.

Por último, La Voz de Galicia correspondiente también al 3 de julio de 1936 ofrece una interesante información procedente de Laracha en la que si bien con algunas imprecisiones, parece que se sugiere entre líneas un problema societario:

El crimen de la carretera de Arteijo

----------

Desde Laracha nos escriben expresando la impresión que allí produjo la muerte alevosa de los hermanos Freire Caamaño ocurrida en la carretera de Arteijo, lo mismo que la de la anciana Pastora, según es sabido.

Los hermanos Freire eran muy conocidos en toda aquella comarca en la cual se dedicaron hace cierto tiempo, durante una huelga a transportar materiales acopiados en unas fábricas de aserrar maderas. Se recordaba que, además de la muerte por imprudencia temeraria de un vecino de uno de los pueblos de la zona [José Mallo Martínez, vecino de Arteixo], los Freire habían figurado en cierta sangrienta agresión contra Generoso Esmorís [sic, en realidad su hijo, José María Esmorís Esmorís, @ Abeleiras], también en Laracha muy apreciado. Todo ello determinó procesos y enojos a los que vino a poner inesperado final el trágico final del ataque al automóvil.

Quienes fuesen los agresores sigue ignorándose y aún se asegura por quienes rápidamente los vieron, que parecía ser gente forastera. Si fue así, ello complicaría más las cosas, ya bastante confusas y enredadas contra lo que pudo parecer en un principio.

O

El Juzgado de instrucción del distrito de la Audiencia, que lleva con gran reserva sus actuaciones, sigue trabajando incansablemente para ver de lograr el descubrimiento de quiénes son los autores del criminal hecho a que nos referimos.

La Policía y la Guardia civil también trabajan incesantemente para dar con los autores.

Sabemos, por noticias particulares que se llevó a cabo una detención, que parece importante, ingresando en la cárcel un sujeto del que se sospecha.





No hay comentarios: