¡Hola! Aprovecho la ocasión para dar el ¡Hola! a los señores de la memoria histórica, sabiendo que les gusta, y también para recomendarles fuentes mejores que aquellas a las que están habituados. Como ocurría en los viejos programas de discos dedicados, les dedico esta anotación, sabiendo que les gusta. Menos mal que de algo sirve que uno se haya tenido que poner como la niña del exorcista por los blos y los internés, como diría aquella concejala tan simpática de León.
Esta tarde me fui a las inmediaciones de la Torre de Hércules para hacer unas fotitos a ese monumento dedicado por los de la memoria histórica a casi 600 individuos que según ellos, merecen honra para siempre (lo cual es francamente discutible como vimos y veremos), monumento cuya inauguración constituyó un solemnísimo fracaso. Por otra parte, el conjunto es un bodrio cutre, más feo que Azaña, de composición y corte estalinista que no pega ni con cola. El caso es que me fijé en que se han visto obligados a hacer damnatio memoriae, a condenar "su" propia memoria y raer, como veís, uno de los nombres... sin que la prensa dijese ni mu. Se trata de ese señor (q.e.p.d.), que nada tiene que ver con la guerra, pero como aparecía en los libros de difuntos del Registro Civil de Arteixo como muerto de hemorragia interna, cualquiera diría que con tal de hacer numerito lo incluyeron en la lista "certificada" por un proyecto que se denomina interuniversitario, sin que parezca que el rigor propio de la universidad los alcanzase. Como vimos, este pobre difunto se cayó de un pino mientras recogía piñas.
Ahora bien, si se pudo llamar la atención sobre este fallecido porque un historiador local, Blanco Rey, documentó que había muerto de hemorragia interna, pero por haberse caído de un pino, ¿cuántos otros no habrá en el mismo caso por falta de otro historiador local que investigue y documente lo que los responsables de ese proyecto no tuvieron a bien hacer con el rigor a que estaban obligados?
Por cierto, si os fijáis en la línea inferior a la que han raído, aparece el nombre de Luis Ardao López, y tiene guasa que un señor que atracó a punta de pistola una tienda en el 34 asesinando a la tendera de 36 años y a su hija de 12, por el hecho de haber sido fusilado durante la guerra, merezca honra para siempre. Con un par.
Esta tarde me fui a las inmediaciones de la Torre de Hércules para hacer unas fotitos a ese monumento dedicado por los de la memoria histórica a casi 600 individuos que según ellos, merecen honra para siempre (lo cual es francamente discutible como vimos y veremos), monumento cuya inauguración constituyó un solemnísimo fracaso. Por otra parte, el conjunto es un bodrio cutre, más feo que Azaña, de composición y corte estalinista que no pega ni con cola. El caso es que me fijé en que se han visto obligados a hacer damnatio memoriae, a condenar "su" propia memoria y raer, como veís, uno de los nombres... sin que la prensa dijese ni mu. Se trata de ese señor (q.e.p.d.), que nada tiene que ver con la guerra, pero como aparecía en los libros de difuntos del Registro Civil de Arteixo como muerto de hemorragia interna, cualquiera diría que con tal de hacer numerito lo incluyeron en la lista "certificada" por un proyecto que se denomina interuniversitario, sin que parezca que el rigor propio de la universidad los alcanzase. Como vimos, este pobre difunto se cayó de un pino mientras recogía piñas.
Ahora bien, si se pudo llamar la atención sobre este fallecido porque un historiador local, Blanco Rey, documentó que había muerto de hemorragia interna, pero por haberse caído de un pino, ¿cuántos otros no habrá en el mismo caso por falta de otro historiador local que investigue y documente lo que los responsables de ese proyecto no tuvieron a bien hacer con el rigor a que estaban obligados?
Por cierto, si os fijáis en la línea inferior a la que han raído, aparece el nombre de Luis Ardao López, y tiene guasa que un señor que atracó a punta de pistola una tienda en el 34 asesinando a la tendera de 36 años y a su hija de 12, por el hecho de haber sido fusilado durante la guerra, merezca honra para siempre. Con un par.
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