jueves, 1 de septiembre de 2011

Porqué 'Nomes e Voces' es propagandístico en método y resultados


Me sería muy sencillo decir que es propagandístico debido a la ideología tan marcada de sus responsables. Pero no voy por ahí. Pretendo analizar --con la brevedad que me impone una anotación de blog-- el método que dicen haber empleado y demostrar, con evidencias, que no aplicaron ese método que dicen haber empleado.

En otra anotación mencioné el artículo Fuentes para el estudio de la represión franquista en Galicia durante la guerra civil (1936-1939): los libros de registro de defunciones. Artículo del que son autores A. Somoza Cayado, A. Domínguez Almansa y L. Fernández Prieto. Los dos primeros, investigadores del proyecto Nomes e Voces, y el último investigador principal del mismo y catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela. En este trabajo se da a conocer la metodología utilizada para elaborar la base de datos de víctimas con resultado de muerte.

1)
Dicen haber elaborado un censo de víctimas mediante el "vaciado de diferentes fuentes --principalmente causas militares, registros civiles, fuentes orales y registros de prisiones-- contrastando los datos procedentes de cada una de ellas".

Ya veremos que ese contraste debió ser parcial, limitado tal vez a los casos más conocidos, pero que en general la evidencia dice que no contrastaron la información de forma sistemática.

2) Para diferenciar a los que murieron como consecuencia de la represión de aquellos otros que fallecieron de forma natural dicen haber identificado "una serie de indicadores de la represión que, combinados, permiten la práctica de un método que permita una contabilización rigurosa de las víctimas". Los datos a combinar fueron, al parecer: causa de muerte, edad, lugar, fecha y circunstancias en que aparece el cadáver, así como la persona o autoridad que ordena la inscripción de la defunción.

Las evidencias demuestran que el método no ofrece una contabilización rigurosa. Por otra parte ese método combinatorio se asemeja al de acertar o no acertar, y la historia no es eso ¿o sí?

3) En conclusión, afirman que la "combinación de otras fuentes ha permitido despejar los casos dudosos y confirmar la fiabilidad de los datos recogidos a través de la pauta marcada".

Los ejemplos de fallos nos dicen que el método no funciona porque como indicaba anteriormente, se asemeja a acertar o no acertar, con una probabilidad de acierto que los responsables del proyecto consideran tan alta que excluye el fallo haciendo de los resultados algo fiable y riguroso cuando los ejemplos de víctimas de la represión que no fueron tales, nos ponen de manifiesto tanto carencia de rigor en el método como la no fiabilidad de los resultados. Mucho menos para poderse inscribir una lista de nombres en un monumento como si fuese exacta.

EL EJEMPLO DE LUIS TATO VENTO

Hemos evidenciado que los autores del proyecto no contrastaron de forma sistemática la información obtenida en los registros civiles empleando otras fuentes. Así recordaréis ejemplos como el de Arcas Varela, que se cayó de un pino y ante las protestas de la familia se vieron en el caso de raer su nombre en el monumento y borrar el registro de la base de datos. También vimos el caso de José Bujía Vázquez, que en absoluto fue víctima de la represión porque documentamos que se cayó a un camino desde una finca alta. La inclusión como víctimas del Franquismo de nombres como el del magistrado Policarpo Fernández-Costas, muerto por disparos a la cabeza de las milicias del Frente Popular; o del concejal Martín Ferreiro Álvarez, muerto en un campo nazi a finales de 1941, dan idea de una manipulación mucho más burda y hace encajar a ese proyecto, en mi opinión, en el terreno de la mera propaganda. Máxime cuando no se incluye en la base de datos al sacerdote Bernardo de Manuel Álvarez.

Para el proyecto Nomes e Voces, Luis Tato Vento es Luis Tato VentoS, según aparece tanto en el registro de la base de datos como en el monumento cuya lista se dice "certificada" por este proyecto. Consultando el registro correspondiente a este individuo en la tantas veces mencionada base de datos, se dice que sufrió "paseo"; que era natural de Carral; vecino de A Coruña y que su muerte ocurrida el 19 de septiembre de 1936 se registró en Cambre como consecuencia de shock traumático. Si se pide la partida de defunción de esta persona, consta lo mismo, incluso se le asienta con una ese clara al final del segundo apellido: Ventos.

Ahora bien, ¿no se dice en el artículo de los responsables del proyecto que contrastaron las información empleando otras fuentes? Porque en esa partida hay información con sendas pifias, información que claro que no fue contrastada porque se limitaron a vaciar lo que aparecía en la partida de defunción.

En primer lugar Luis Tato Vento, --sin ese final en su último apellido-- es un personaje más o menos conocido que nos ha aparecido en este blog. Lo vimos en la causa instruida con ocasión del homicidio de Francisco Insua Suárez con ocasión del mitin que dio Izquierda Republicana en la plaza de toros. Formaba parte de la comisión de orden del acto y parece encubrir a quien disparó contra el obrero. En esta causa se escribe en alguna ocasión su nombre como Luis Tato Bento, pero nunca Ventos. Lo vimos en la última anotación, procesado hasta en tres causas criminales por injurias a la autoridad vertidas en el semanario Joven Socialista. Según su propia declaración había sido procesado con anterioridad por rebelión, atentado e injurias. En todas sus declaraciones Luis Tato Vento se identifica con este nombre, dice ser natural de La Coruña, que no de Carral. Como consecuencia de los procesamientos se pide en las tres causas un certificado de su partida de nacimiento, no al Juzgado Municipal de Carral, sino al Municipal del Distrito de la Audiencia de La Coruña, y en ellas consta que nació el 25 de marzo de 1907 en esta ciudad.

Lo fusilaron sin formación de causa. Claro que hoy se nos antoja inaceptable esta solución, pero estamos ante un individuo procesado por rebelión, atentado e injurias. Un individuo que dirige un semanario en el que el tono resulta ser de lo más violento y en el que se llegan a realizar amenazas de muerte. Por lo que conozco en casos similares, seguramente fue considerado muy peligroso para el orden público ante la posibilidad de que pudiese cometer atentados u organizar huelgas, boicots, etcétera, y lo eliminaron. Al mismo resultado llegaría de haber sido detenido portando armas, toda vez que al contar con antecedentes desfavorables, también se lo cargarían. Esta presunción de culpabilidad, de peligrosidad, que hoy también se nos antoja inaceptable está presente en la legislación de la II República. Existía el delito de tenencia de útiles para el robo por el que iban a prisión aquellos a los que se encontrasen ganzúas, cuerdas o palanquetas. Existía sobre todo una ley de vagos y maleantes promulgada por Azaña, por la que eran declarados peligrosos sociales ciudadanos que hoy no serían responsables de ningún delito (individuos sin trabajo, alcohólicos, etc.). Y se les internaba en un campo de trabajo o colonia agrícola. En cuanto salían debían declarar su residencia durante un año. De no encontrarlos la policía en su domicilio, en cuanto se les capturaba ingresaban en prisión.

Con esta anotación sólo quise poner de manifiesto que la información que ofrece Nomes e Voces no está contrastada de forma sistemática y rigurosa. No es que existan errores, que los habrá, que cualquiera se equivoca. Es que afirman sobre su método algo que no es cierto: ni la información obtenida de los registros civiles está contrastada; ni el resultado, en vista de los errores que vimos con ejemplos, puede reputarse de riguroso. Se cuelgan unas medallas que no poseen y los hemos cogido con el carrito de los helados. No será el último caso, que no me dedico a comprobar de forma sistemática si los muertos que aparecen en esa base de datos son fruto de la represión o de accidentes fortuitos. Eso sí, cuando encuentro casos de personas cuyo fallecimiento fue consecuencia de accidentes fortuitos, consulto la base de datos porque estoy convencido de saber de que pie cojean. También la consulto por otros motivos, y así cuando sé que de alguien como Luis Tato Vento, del que poseo información, se dice que nació en Carral o se escribe su segundo apellido como Ventos, me llama la atención. Todo ello me reafirma en la idea de que se trata de un proyecto propagandístico en donde el rigor es lo de menos y lo de más la propaganda ¿o no?



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