jueves, 5 de julio de 2012

Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Codex Calixtinus


¿Me habrá salido bien el latinajo? XD Un día francamente gozoso, no tanto ayer que no aparecía el Códice Calixtino. Se le habían encontrado al presunto animalito & family un millón doscientos mil euros de vellón, y todo apuntaba a la posibilidad de que lo hubiese vendido.

A lo largo de este año desde que se dio a conocer el hurto, han surgido un sinfín de especulaciones sobre o en torno al documento, seguramente la más peregrina fue aquella según la cual el calixtino distinguía entre ciudades españolas y ciudades gallegas... en el siglo XII. :)

En las tertulias e hilos de debate que surgen en los medios empiezan a aflorar las ideas de bombero (de bombero antiguo, eh). No es por dificultad, sino porque no se tiene ni repajolera, y como a los tertulianos les pagan por hablar, sueltan por esa boquita algunos disparates que sonrojan. Acabo de leer una noticia y le llaman incunable. Un incunable es un impreso del siglo XV. El calixtino es un manuscrito (del XII). Sólo los impresos, repito, impresos, del siglo XV reciben la denominación de incunables. No es difícil ¿Me leerá algún periodista? Todavía no vi que se refiriesen al pergamino llamándole papiro, pero ya aparecerá alguno. Una de las propuestas estrella y de las que se vino hablando consiste, no en tener el documento a buen recaudo, sino en exponerlo como si fuese una pieza de museo... ¿Qué tal al sol o con una luz artificial día y noche para que resulte bien visible... para que le afecte bien la luz, amarillee, se torre, se ondule el pergamino, se reseque, parta, etc.? Antes de opinar así hay que informarse un poquito.

También produce escándalo que en la catedral de Santiago no tengan todo perfectísimamente "catalogado" (al parecer debe hacerse mediante una auditoría), papel a papel... Yo creo que no es difícil de entender que en las bibliotecas no se catalogan hojas de libros, sino libros completos, y lo que se pide para un archivo equivaldría a catalogar todas y cada una de las hojas de libros y legajos; al igual que si alguien presta un libro y le roban una hoja, será raro que detecte la falta hasta que pase cierto tiempo, en los archivos y bibliotecas tienen más cosas que hacer que repasar los libros y legajos, hoja por hoja, a ver si les falta alguna. Y como la gente no se da cuenta que no llega la vida de una persona, ni de dos, ni de muchas más para leerse todo lo que hay en un archivo, a veces se producen hurtos, que no se detectan hasta que pasa cierto tiempo porque el ladrón va a procurar burlar los sistemas de seguridad, y por muy bueno que sea ese sistema, si alguien se empeña, siempre va a encontrar un fallo. Vamos, que este no es el primer ni el último documento que se roba en un archivo o biblioteca, o el primer cuadro que desaparece de un museo. Es así. En los centros comerciales roban todos los días pese al dineral que se gastan en seguridad, en cámaras vistas y ocultas, en vigilantes de uniforme y de paisano, etc. En los archivos y en las bibliotecas también se producen hurtos, muchísimos menos que en los centros comerciales, pero es inevitable que se produzcan.

Se propone asimismo que no se exhiba el Códice a los investigadores, y también se dice que la Iglesia no está preparada para custodiar el documento que debe encontrarse según unos en la Biblioteca Nacional, y según otros en la Cidade da Cultura. A ver, ya no lo exhibían como no fuese a visitas y no a todas. Hice hace ya años una visita con un grupo al Archivo de la Catedral de Santiago, y nos sacaron el Tumbo A de la caja fuerte --en donde también tienen documentos que sí bajan a la sala de consulta cuando lo solicitan los investigadores--, y allí mismo sobre lo que recuerdo como un mostrador alto inmediato a la caja, nos lo exhibieron. No lo sacaron de la habitación ni lo separaron de la caja más que unos pocos metros. A diferencia del toqueteo que le dedicaba hoy D. Julián al calixtino, los trabajadores del archivo lo manipulaban con guantes de algodón, y quiero recordar que no abrían los libros que nos enseñaron más de 90º. El cuidado era exquisito y recuerdo también que alguien intentó tocar uno de los libros, pasar una o dos páginas, cosa a la que le respondieron que por favor no lo toques. Esto produjo sorpresa en algunos de los visitantes que tenían experiencia cotidiana en el manejo de documentos. Vamos, que el cuidado era exquisito y no me une mayor relación con los trabajadores de ese archivo que conocer a uno de haberlo visto hace años. Por otra parte, si la Catedral de Santiago lleva ocho siglos conservando el documento, no puede decírsele ni mu sobre si saben o no saben con lo que se andan, vamos. Máxime cuando conocemos que las mayores pérdidas de bienes patrimoniales se produjeron con motivo de las medidas desamortizadoras cuando papá Estado metió las zarpas en archivos y bibliotecas de monasterios, conventos o catedrales; o durante la II República y guerra que le siguió, con pérdidas provocadas precisamente por los demagogos que ahora quieren privarle al cabildo compostelano de un documento sobre el que existe experiencia secular acerca de su capacidad para conservarlo.

Y otra cosa, es tal el afán de meterle el dedo en el ojo a la iglesia Católica, para hacerse el izquierdista de boquilla cuando se enchufa como los demás, o se forman tramas clientelares y de poder como otros, que la gente se pasa por salva sea la parte la Constitución en lo que a respeto a la propiedad privada se refiere, o los acuerdos entre España y la Santa Sede, de 5 de diciembre de 1979 de los que copi-pego el art. 1.6 en mayúsculas, y destaco en negrita algunas palabras, a ver si ahora...:

EL ESTADO RESPETA Y PROTEGE LA INVIOLABILIDAD DE LOS ARCHIVOS, REGISTROS Y DEMAS DOCUMENTOS PERTENECIENTES A LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, A LAS CURIAS EPISCOPALES, A LAS CURIAS DE LOS SUPERIORES MAYORES DE LAS ORDENES Y CONGREGACIONES RELIGIOSAS, A LAS PARROQUIAS Y A OTRAS INSTITUCIONES Y ENTIDADES ECLESIASTICAS.

El viernes se hace la recepción oficial y solemne del documento en la propia catedral. La gente parece que quiere un tedeum. A mí me gustaría más un Himno al Apóstol acompañado del botafumeiro, que es más nuestro, más gallego y más español. Ya veremos lo que hacen.



1 comentario:

Mónica dijo...

Me recuerdas mucho a un amigo que no tuve nunca. Eso fue lo malo, que nunca fue mi amigo. Ni yo su amiga ( esto más bien por falta de méritos por mi parte, claro ) :)