martes, 11 de agosto de 2009

Hace 70 años que ardió el Archivo General Central


Hace tiempo que me interesa (me apasiona) la historia de este archivo desaparecido, que tantas veces se confunde y cita como el actual Archivo General de la Administración, y me resulta paradójico que nadie se haya ocupado en profundidad de esta institución, por ejemplo intentando elaborar una guía de lo que desapareció, que si algunas relaciones de entrega faltan, otras es de suponer que se conservarán en los archivos de los organismos que realizaron las transferencias; el archivo de la Biblioteca Nacional poco a poco pone disposición de los ciudadanos documentos del mayor interés para conocer los avatares por los que pasaron bibliotecas, museos, o archivos como el General Central: memorias anuales, partes trimestrales de trabajo, memorias para los anuarios del cuerpo facultativo, y otros documentos que sin duda servirán para conocer con más detalle fondos, personal y servicios que ofrecía el General Central, que también cuenta con información de interés en el AGA y seguramente en otros centros.

Revisando hoy El País, me encuentro con la noticia feliz de que un investigador, José María San Luciano, ajeno por lo que parece a la archivística, ha tenido la idea de ocuparse de este desdichado archivo y está a punto de publicar una monografía en la que vuelca el resultado de sus trabajos, aunque si nos fiamos del periodista, parece que se centró en el incendio, que más o menos se conoce. También nos anuncia una exposición sobre el mismo asunto que se desarrollará este otoño en el restaurado palacio arzobispal de Alcalá de Henares ¡¡¡Estupendo!!!

Habrá que ver lo que dice. Me llama la atención que la versión difundida hace tiempo por el prof. Romero Tallafigo, a la que se dio credibilidad en algún que otro sitio, achacaba el incendio a un niño que jugaba con una cerilla, cuando según José María San Luciano al parecer este niño se desdijo de tal declaración meses después. Cosa que coincide con lo que señalaba años antes M. Luisa Conde Villaverde -que dirigió el AGA muchos años y debió conocer los autos- en el sentido de que las diligencias concluyeron sin poder aclarar los motivos del incendio de un modo definitivo.

Por otra parte, espero y deseo que vaya más allá de Torre Revello si las fuentes lo permiten y no se limita sólo al incendio. Por ejemplo, en la noticia se indica que el archivo, según Torre Revello, contaba con 139.974 legajos, cifra que da este autor en 1926... Pero es sabido que después de este año el General Central recibió los protocolos de su distrito, en los que trabajó María del Carmen Pescador del Hoyo, y en algún sitio le leí comentarios lastimosos por su pérdida.

Por si queréis echarle un ojo a la obra Archivo General Central en Alcalá de Henares. Reseña histórica y clasificación de sus fondos, de José Torre Revello, publicada en 1926 por la facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, os dejo el enlace correspondiente para que podáis sobrecogeros (e incluso soltar alguna lagrimita) ante la riqueza documental e informativa que perdimos en esta fecha infausta para los archivos españoles. Aviso que la copia no incluye imágenes, que cuando piqué el texto no tenía escáner (y sigo sin tenerlo que tampoco lo necesito).




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