martes, 22 de septiembre de 2009

Terrible: La Niña del Exorcista pirateando



Vengo de hacer un bolo, y fue mi primer bolo pagado, que me ha venido de luxe ¿para recuperarme de los sustos que me da el MDE? Pues no, para recuperarme del susto del robot de limpieza, que está muy bien pero fue un susto el pagarlo, al menos para mi poder adquisitivo. El caso es que tampoco os creáis que hago bolos todos los días, ni todos los meses, ni todos los años, sino muy de vez en cuando; y lo habitual es que me den una bandejita de plata grabada, o una figurita de cierto empaque, con o sin peana de madera. En caso de que lleve peana de madera, suele venir con otra plaquita de plata o plateada igualmente grabada y todo lo agradezco porque la intención y el afecto es lo que cuenta. También me regalaron un pendrive con un disco duro externo de un porrón de gigas, que fue de lo que más agradecí. Incluso si se trata de un ciclo de bolos, he conocido el caso en el que al final invitan a todos los boleros a cenar, y en las cenas a las que yo asistí me lo pasé de luxe.

Os cuento todo esto porque el bolo de hoy ha sido distinto porque no sólo me han regalado la figurita estupenda, en este caso sin peana ni plaquita, sino que hace días me enviaron un correo pidiéndome nombre, dirección y NIF para hacer las facturas. Bueno, como uno no hace estas cositas para hacerse millonario, sino por pura diletancia -con perdón por el palabro-, y como quiera que en general los organizadores suelen estar más tiesos que la mojama y bastante hacen con las molestias que se toman, nunca pedí un duro, pero esta vez cuando me hablaron de las facturas, tampoco dije que no a cobrar, aunque tengo una sensación extraña, porque por una parte me resarzo de los gastos de copias y demás que siempre se ocasionan, pero por otra no sé si está bien cobrar, que prefiero compartir. Y no sólo eso, sino a lo que voy, acompañé el bolo del consabidísimo pps y, ¡tatachán! me di el gustazo de no citar al pie la procedencia de las imágenes... como hace todo el mundo por otra parte y no se sabe que lo condenen a prisiones, tormentos, martirios, ni que se diga por las calles que esta conducta es punible de mucha punición y escarnio.

Que no, que ya está bien de hacer el primo y de que te apliquen la ley del embudo: recorté imágenes para destacar aquello que me interesaba (como hace todo el mundo sin que los persigan), las incluí sin el puñetero crédito al archivo que me las facilitó (como también hace todo el mundo), aunque en una publicación seguramente me interesaría citarlas, y encima, violé no sé que prohibición para explotarlas comercialmente porque cobré. Hala, hombre, por ahí, a tomar el pelo a casa de María Martillo, que o bien jugamos todos con las cartas boca arriba, o no esperarás que viniendo algunos archivos con exigencias no previstas en la ley e impuestos revolucionarios varios que están al margen de la Constitución, no te creerás, digo, que me caí de un guindo y voy a seguir haciendo el primo y yendo de pánfilo ¿Que no te gusta? Se siente, hija. Cuando pidáis (con lo bonito que es pedir las cosas, por favor, si puedes, etc.) y no exijáis aquello que la ley no os da derecho a exigir (con lo feo que queda eso de ordeno, mando, dispongo, etc.), yo volveré a ser tan bueno como antes y citaré. Mientras tanto me declaro insumiso en lo que a exigencias varias se refiere, así que hala: tururú.



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