domingo, 26 de abril de 2009

¿Quién dijo que no hubo devoluciones de documentos?


Leyendo hoy El País, me encuentro con un artículo que comienza:

"Grecia reclama las piedras del Partenón expuestas en el British Museum, pero hasta ahora ningún país ha exigido a otro que le devuelva incunables, manuscritos o documentos históricos. España, tampoco".

Esto no es cierto. Aunque se oculte como algo molesto o incómodo -aún no entiendo muy bien el motivo, o tal vez sí...-, España recuperó y Simancas recibió el 6 de noviembre de 1942, previo paso por Madrid, los casi 400 legajos que los amigos franceses nos habían expoliado durante la Guerra de la Independencia. Para quien lo dude, aquí os pico una información procedente de Hispania [III(1941), 138-139] en donde se nos informa que los franceses, antes de la devolución, hicieron copia "por el procedimiento moderno del rollo de película de reducidas dimensiones" :-) además de ofrecer otros detalles estupendos para conjurar la información sesgada, o si queréis, la venta de amotos.

DEVOLUCIÓN DE LOS LEGAJOS DE SIMANCAS

Durante la guerra de nuestra independencia fueron llevados a Francia la mayor parte de los documentos del Archivo de Simancas y devueltos, a su terminación, todos menos los referentes a tratados y negociaciones con Francia más la correspondencia diplomática de nuestros embajadores en París, minutas y consultas del Consejo de Estado para responder a los despachos de nuestros representantes en aquella Corte, o sea toda la documentación de Simancas relacionada con Francia.

Las reclamaciones diplomáticas de la Embajada de España nunca fueron atendidas, ni tampoco la sugerencia hecha en 1914 al publicarse el catálogo de toda esta documentación, hecho en París por un archivero español, el señor Paz, de que se hiciesen fotocopias para el uso de los investigadores, que tanto habían manejado esta correspondencia en los Archivos Nacionales de París, devolviendo los originales a Simancas.

Las acertadas gestiones del Gobierno que preside el Caudillo de España, General Franco, eficazmente secundadas por los ministros de Asuntos Exteriores y de Educación Nacional, han logrado del Gobierno del Mariscal Pétain que se reintegre a España la citada documentación.

Acordada la entrega del fondo de Simancas, procedieron los archiveros franceses a sacar fotografías de todos los documentos por el procedimiento moderno del rollo de película de reducidas dimensiones, que se proyecta en una cámara ampliadora. Para este trabajo considerable, por tratarse de tantos documentos, llegaron a poner hasta siete equipos fotográficos, trabajando a la vez.

Los comisionados designados por los ministerios de Asuntos Exteriores y de Educación Nacional, fueron a París para recibir los documentos y los han conducido a Madrid bajo su vigilancia.

Forman la expedición diecisiete grandes cajas, con más de trescientos legajos de papeles, todos perfectamente conservados y encuadernados. Las cajas fueron precintadas en París a presencia de las autoridades alemanas de ocupación, quienes dieron toda clase de facilidades a los comisionados españoles.

En la Exposición que se prepara en el Museo del Prado para exhibir los objetos devueltos, figurarán en vitrinas algunos de los documentos principales traídos, entre ellos, el testamento original de Carlos II, tratados de paz entre Enrique IV y Luis XI (1463), entre éste y los Reyes Católicos (1478), entre éstos y Carlos VIII (1493), el ajustado por Fernando el Católico y Luis XII mediante el matrimonio de aquél con Germana de Foix (1505), las paces entre Carlos V y Francisco I (1516), la confirmación del tratado de Madrid y Cambray (1530), el testamento de la reina Leonor de Francia, viuda de Francisco I (1556) y otros semejantes.

Hispania, III (1941), pp. 138-139.
Para detalles sobre lo recuperado tales como el número de unidades, fondos y colecciones a las que afecta, etcétera, un ojo a la Guía de Simancas.


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