
El diputado por Cádiz del Grupo Popular, José Ignacio Landaluce Calleja, publica hoy en el
Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de los Diputados (Serie D) una pregunta que me parece original:
¿Tiene conocimiento el Gobierno de que la Empresa Odyssey Marine Exploration (OME) está realizando todavía búsquedas de naufragios en los archivos españoles en Sevilla, según declaración de una antigua investigadora ante el Juzgado n.º 3 de La Línea de la Concepción (Cádiz), donde se juzga a la empresa por presunto contrabando y daños al Patrimonio Histórico?
Palacio del Congreso de los Diputados, 16 de marzo de 2010.Respondo yo: si lo tuviese que jurar, diría que sí, que lo saben, y añadiría que poco se puede hacer.
Vamos por partes. En primer lugar el
RD 1266/2006 de 8 de noviembre por el que se derogó la obligatoriedad de obtener la tarjeta de investigador o autorización temporal para la consulta en los archivos de titularidad estatal dependientes del MCU, derogó también de forma implícita la obligación de declarar el tema de investigación. Debió ser la única medida acertada que yo recuerde del paso de determinado archivero por la SGAE, si es que se debe a él esta medida. Aunque si no recuerdo mal, y debido a los follones que provocó, como había quien le negaba la condición de archivero, al poco sacó una publicación en la que explicaba todo detalladito y pormenorizadito, o eso me pareció por el índice que a más no llegué, qué es según él un archivero. Follones y protestas debido a las
purgas y depuraciones, legales of course, que se denunciaron y fueron en realidad lo que me quedó de aquella nefasta etapa ¿o no recordáis que algunos concursos dieron pie a que en determinados foritos se comparase la situación de
persecución, legal of course, para todo aquel que no dijese amén-amén a la política archivística gubernamental, con la que se vivía en Myanmar? Y porque no participé yo en aquella ocasión, pero tentado estuve de señalar que hace falta tenerlos cuadrados, con perdón, para valorar en determinado traje a medida el moderar foritos de internet, moderación que se reducía para quien luego resultó agraciado, en clonarse todos los días y adoptar las más variadas personalidades para autoaplaudirse. Esto por no recordar las protestas que también surgieron durante esa misma etapa porque quien luego daba doctrina sobre lo que es un archivero, no debía estar muy puesto en lo que a valoración se refiere, siendo públicas y estando en la mente de todos las protestas y requeteprotestas que se publicaron porque solicitar una resolución ágil sobre este asunto
era como pedirle a una mona que tocase el Concierto de Aranjuez.
Dejando a un lado lo anterior, parece claro que no se puede preguntar por el tema de investigación, pero como en los archivos parece también que hay un cierto gusto por conservar lo que en mi opinión es caduco, se fomenta el cotilleo, que no otra cosa me parece preguntar por el tema de investigación. Me contaron a mí de muy buena tinta, que en Indias se sigue preguntando por el tema de investigación, que al parecer hay que acudir a determinada oficina antes de proceder a efectuar la consulta y allí se declara el tema. En otro también ofrecen formularios en los que se debe anotar el tema de investigación, y en el AHN me consta muy bien que no piden esos datos, que es para felicitarse y felicitarlos. Y hablando de fomentar el cotilleo, los archivos deben ser el único lugar dependiente de la Administración en el que se sigue la Ley de Procedimiento de 1958, y no es en absoluto infrecuente encontrarse que para cualquier cosa, sea pedir un documento a través de una papeleta, sea solicitar una reproducción a través de un formulario, se tenga a bien preguntar al ciudadano por la profesión ¿Se le va a tratar mejor o peor por ser esto o lo otro? Yo conocí un caso de quien, teniendo una posición más que acomodada, que nunca trabajó en algo remunerado sino que es público y notorio que vive de rentas, en la casilla correspondiente a profesión escribía con cierta ironía:
labrador. Y entregaba la papeleta con una sonrisa en los labios que lógicamente se contagiaba.
En segundo lugar, digo que poco se puede hacer con los señores de Odyssey porque aunque sea cierto que en Indias se sigue declarando el tema de investigación, a nadie se le escapa que cualquiera, si quiere ocultar ese tema, puede declarar otro ¿o va a tener el investigador a un archivero en su mesa, consultando las notas que toma? ¿Se le pueden hacer copias de sus notas, o rastrear el contenido de su portátil?
Odyssey seguirá investigando en Indias y en cualquier otro archivo público y aquí sólo queda la solución de seguir sus prospecciones, o que el gobierno se adelante y llegue antes que la empresa en cuestión, o perseguir aquellos delitos en los que incurran ¿O se puede seguir otro camino?