viernes, 3 de julio de 2009

El lío de los mss. vincianos: mis conclusiones particulares (2ª ed. corr. y aum.)

A lo largo de estas semanas me lo he pasado de_luxe, oye, buscando información sobre un asunto del que no tenía más datos que una noticia de tradición oral: en los 60 se había destituido a un director de la BN porque un investigador había descubierto identificado dos manuscritos vincianos antes de que la institución lo hubiese hecho. Y con esto me quedo.

Lo demás es un verdadero lío con el que a mi juicio se intentó tapar un enfado y un descontento del nacionalismo españolista tan propio de la época, por el ridículo que se estaba haciendo, y como leí en algún sitio, se vio que el sistema en su conjunto quedó en entredicho. Tal y como recordaba en 1978 el MCU con ocasión de las oposiciones a bibliotecas, era lamentable que tras tantos años, desde 1858, las cosas estuviesen como estaban... No es de extrañar, porque no eran infrecuentes los trabajos particulares [que si uno no era archivero de la casa de tal, el otro era profe en el instituto o en el colegio o en la universidad, publicaba trabajitos de historiador, etc. Conozco el caso de quien tenía en su puesto a algo así como un gestor administrativo, al que pagaba de su bolsillo para poder ir a su trabajo particular que era de mañana; otro era, en palabras de su sucesor, "un cara" que se pasaba los inviernos en el Mediterráneo]. En definitiva, que a la altura de 1965 aún no se hubiese identificado la autoría vinciana de esos dos tratados científicos, y que no se hubiesen llegado a describir con profundidad suficiente es un poco triste ¿o no? Ocupaban y ocupan la signatura nueve mil y pico ¿En más de cién años, cién, no habían llegado a catalogar unos 90 manuscritos por año, o si quieres, siete al mes? Y ahí radica la contradicción en aquellos funcionarios, paradigma del nacionalista español de la época, que demostraban el afecto hacia su país de forma fervorosa... pero por la boquita, sin ir mucho más allá; al menos a juzgar por la contraprestación que proporcionaban a sus compatriotas por el sueldo que se les pagaba. No sé si me explico...

Me quedo, por lo que pude leer, con la bondad de López de Toro, que inició la publicación del Inventario general de manuscritos, al que se pinta como bonachón, por su producción bibliográfica, más erudito que bibliotecario, tal vez algo ingenuo, pero sobre todo, parece que amigo de sus amigos; y esa amistad que le produjo satisfacciones, parece también que lo traicionó. Me resulta perfectamente creíble que Piccus resultase beneficiado por López de Toro más allá de permitirle acceder a los depósitos, por simple amistad, y me parece también posible que se le exigiese confidencialidad en lo que a publicación de los manuscritos se refiere... y que rompiese con la palabra dada, ocasionando la consabida escandalera de España ultrajada, y demás. Algo coherente con lo que cuenta su viuda: "Piccus se debía a su universidad", y siguen unos puntos suspensivos...

Conozco dos semblanzas de López de Toro con motivo de su fallecimiento, ambas afectuosas, y ambas de quienes trabajaron con él en la sección de mss en la BN. En la de Amalia Sarriá, encuentro una doble lectura en relación con esa amistad no correspondida a la que acabo de referirme:

"Rendía culto apasionado a la amistad. La "amistad" que le deparó grandes alegrías, pero también enormes decepciones. Le llenaba de gozo la delicadeza de un amigo; el recuerdo agradecido era para él el mejor pago a cambio de un favor".




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