miércoles, 21 de noviembre de 2012

Comerse crudos a los curas de Cambre

Otros acuerdos adoptados por el Ayuntamiento de Cambre --designado como vimos a dedo por el delegado del gobernador civil, Francisco Prego Campos-- en la sesión de 29 de marzo de 1936 afectaron seriamente a los sacerdotes de este municipio, en especial a los de Cambre y Sigrás.

1) Se decide solicitar del gobierno --en mi opinión un mero artificio para guardar las apariencias-- las casas rectorales de Santa María de Cambre, San Ciprián de Bribes, San Salvador de Cecebre, Santiago de Sigrás y Santa María de Vigo, con la disculpa de instalar en ellas las escuelas y no pagar alquileres en donde alojarlas, porque esas viviendas de los curas debían ser para "beneficio de los vecinos, y no de recreo y solaz para los particulares".

En Cambre llamaban y llaman a las rectorales de Cambre y Bribes, "conventos", sin duda por haber sido monasterios. Con la foto (pinchar para ampliar) aprovecho la ocasión para denunciar el pésimo, el malísimo estado en que se encuentra el "convento" de Bribes, siendo de temer que el día menos pensado se desplome. Algo muy lamentable porque estamos ante una institución que como monasterio, según Hipólito de Sa Bravo (El monacato en Galicia, La Coruña : Librigal, 1972, pp. 262-263) fue fundado con anterioridad al año 1154. Con la reforma monacal de los siglos XV y XVI, Bribes se transformó en un priorato dependiente de San Martín Pinario y así continuó hasta la desamortización que lo dejó en Casa rectoral. No hay un duro, pero esto es algo urgente y tanto el Ayuntamiento de Cambre, la Xunta de Galicia, la Diputación Provincial, y la Iglesia como propietaria del inmueble debían hacer un esfuerzo, cuando menos para evitar que el deterioro progrese, una mera intervención de urgencia. Impresiona ver la caída parcial de la techumbre, las hiedras que tapan uno de los muros y parte de otro, las ventanas sin cristales, los desplomes, desconchados, etc.

2) Por si el sectarismo y el laicismo radical no se había notado, también acuerda la corporación declarar indeseables a los curas de Cambre y Sigrás, solicitando a la vez que fuesen trasladados a otros lugares, y cuando eso ocurriese, que se avisase a los alcaldes de los puntos a donde fuesen destinados de los motivos que habían llevado a la gestora municipal de Izquierda Republicana a declararlos indeseables. 

Con razón decía El Ideal Gallego correspondiente al 31 de marzo de 1936 que la nueva gestora municipal de Cambre venía con ganas de comerse crudas a las derechas, sobre todo si eran curas párrocos:

La persecución en los pueblos

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REGISTROS EN CASAS RECTORALES

La Corporación de Cambre, que viene con ganas de comerse crudas a las derechas, sobre todo si son curas-párrocos, lo ha tomado con las casas rectorales por creer sin duda que en ellas puede haber cosas extraordinarias y misteriosas.

Y el domingo ordenó un registro en las casas rectorales de Cambre y Sigrás. En la primera de las citadas casas no encontró nada la Guardia Civil, que fue la requerida. En Sigrás, encontró un revólver antiguo e inservible  con cuatro cápsulas que pertenecieron al parecer al anterior párroco.

Esto sirvió de pretexto para ordenar la detención del benemérito sacerdote, tan querido en la parroquia, y que fue conducido a Cambre, donde estuvo detenido en el depósito municipal hasta las dos de la madrugada.

Sospecho que hay una errata en el Resumen de los desmanes... y el registro en la rectoral de Santa María de Cambre se produjo en realidad el 29 de marzo, el mismo día en que el Ayuntamiento adoptó los acuerdos reseñados, y el mismo en que se registró también la rectoral de Santiago de Sigrás.

Aunque tal y como señala El Ideal Gallego el arma encontrada en la rectoral de Sigrás estaba inservible y la Audiencia sobreseyó el sumario, este registro y detención se conservan en la tradición oral. Sobre todo porque una mujer que formaba parte de la comitiva que conducía al cura, D. José Cerqueiro Suárez, le escupió en la cara. Me dicen que la apodaban A Fotra, y según dos vecinos que la conocieron era una "charlatana" que se dedicaba a vender cerdos en las ferias. No todos estaban de acuerdo con su proceder y así uno de los izquierdistas le reprochó el hecho de escupir en la cara al cura, que eso "no se le hace a un hombre".

La gestora municipal guarda las formas en los papeles, pero miraba para otro lado ante los hechos consumados. De acuerdo con el Resumen de los desmanes... el 13 de mayo se incautan de la casa parroquial de Santa María de Cambre, y el 16 de la rectoral y huerta de Santiago de Sigrás. Tras el acuerdo de 29 de marzo, el 18 de abril siguiente firmó el alcalde un oficio dirigido al gobernador civil que presentaron en este organismo el 2 de mayo y en el que interesan la cesión de las casas rectorales. Conviene recordar que de acuerdo con la ley de Confesiones y congregaciones religiosas, de 2 de junio de 1933, los bienes de la Iglesia quedaron nacionalizados, dejando a los eclesiásticos como meros usufructuarios; sólo mediante ley especial se podía privar a la Iglesia de su uso para dedicar los bienes a otros fines. Papel mojado.

Una vez que se recibe el oficio en el Gobierno Civil, se responde al alcalde que lo suyo era que lo dirigiesen al Ministerio de la Gobernación. Como en Cambre entendieron que tenían que ponerse en contacto directamente con el ministerio, se les comunica que debían redactar el oficio dirigido al ministerio pero cursándolo a través del Gobierno Civil. Entre medias el alcalde encabeza una solicitud a nivel particular junto con "otros vecinos de la parroquia de Cambre", dirigiéndose al gobernador civil interesando que se entregase al municipio la casa y huerta de Santa María de Cambre. Puro artificio ¿Quién se incautó de estos bienes? Las actas municipales de Cambre no ofrecen ninguna mención al despojo, pero resulta interesante un acuerdo de 31 de mayo en el que se alude a la vivienda del cura de Sigras "que hasta hace poco tiempo fue rectoral". Yo diría que fue un grupo de revolucionarios animados o tal vez instigados por la gestora, quienes desalojaron al cura de su rectoral; tal vez no directamente, pero sí mediante amenazas que lo obligaron a abandonar su casa.

Pese a que el Gobierno Civil indica al alcalde que debe enviar certificación de los acuerdos adoptados sobre la posibilidad de cesión al municipio de las rectorales, este se limita a cursar un oficio en el que los reseña, pero sin estar autorizados por el secretario, así que el gobernador le solicita que envíe la solicitud y los expedientes que hubiese formado sobre la incautación para cursarlos al ministerio. La inexistencia de una minuta en el expediente formado en el Gobierno Civil, con el oficio de remisión a Madrid indica que no se siguieron las directrices dadas por el gobernador y en consecuencia no se llegaron a enviar al ministerio los documentos necesarios. Parece que se conformaban con la política de hechos consumados.Y en el Gobierno Civil miraban para otro lado.

Santa María de Cambre

El sacerdote de esta parroquia se llamaba Juan Bueno Rodríguez. Antes de las elecciones ya vimos que contaba con al menos una persona que declaró haber hecho guardia durante quince días en la iglesia de Cambre para que no la incendiasen. Si nos fiamos de las actas municipales, tras las elecciones del 16 de febrero el cura tuvo necesidad de echar las campanas al vuelo para evitar el incendio de la iglesia. Lo que sorprende es que la gestora municipal se queje de este hecho, y hasta de haber sido custodiado el templo por la Guardia Civil, sugiriendo con cinismo que el cura fingía los ataques, como si no se hubiesen quemado iglesias. Lo que le fastidiaba al Ayuntamiento era que el cura fuese de derechas, de ahí que al entender el régimen republicano sólo compatible con una república de izquierdas, considerasen que la república estuvo en peligro durante el segundo bienio; o considerasen antirrepublicano al cura por no regalar los oídos a las izquierdas desde el púlpito, o que sus familiares se dedicasen a hacer propaganda parece que a favor de Gil Robles.

Uno de los entrevistados me cuenta que los extremistas que envenenaron Cambre no eran del pueblo sino que procedían de Armental, en la feligresía de Pravio, dentro del término municipal de Cambre. Y ello por la cercanía e inmediato contacto que tenían con los vecinos del Vilar y la Gándara, en la parroquia de San Pedro de Nos (Oleiros) que era tal vez el núcleo anarquista más peligroso de la comarca. Esta misma persona cree que al cura de Cambre "lo echaron y no lo echaron"; que llegaron a la iglesia una noche varios extremistas que apedrearon el templo; el sacerdote echó las campanas a vuelo, con lo cual se junto allí toda la parroquia que puso en fuga a los violentos; el cura se escapó pero al parecer la parroquia fue a buscarlo, no recordando si esa misma noche, al día siguiente o a los pocos días; que querían que volviese porque la parroquia quería tener cura, y volvió.

Santiago de Sigrás

El sacerdote que regía esta iglesia se llamaba José Cerqueiro Suárez y los testimonios que pude recoger señalan que pasó muchas, pero muchas. Se le declaró indeseable por ser también de derechas y permitir que en el bajo de la casa rectoral hubiese una asociación, el Centro Cultural y Recreo de la Juventud Católica de Sigrás, que fue tildada de fascista delirando como cuando tachaban de fascista a la CEDA. No llegaron a expulsarlo de la rectoral, sino que él, ante las amenazas y el miedo se marchó de ella residiendo en una casa cercada de la familia Atocha, que lo acogió. Se recuerda la solidaridad que surgió en la parroquia y que mucha gente se llevaba imágenes y ornamentos a sus domicilios para evitar que pereciesen en un incendio. También cuentan que en cierta ocasión los revolucionarios dijeron que iban a disparar y matar al cura mientras decía la misa. Entraron en la iglesia y se colocaron en los últimos bancos, pero tras ellos se situaron varios vecinos de Sigrás y dándoles a entender que también iban armados, que al cura lo matarían pero los asesinos no iban a salir vivos de la iglesia. Al final no se atrevieron a disparar y los guardianes católicos tampoco lo hicieron.

Contra lo que trata de esparcirse a ver si cuela, en mi experiencia la mayor parte de los curas protegieron a los vecinos de izquierdas una vez comenzada la guerra. En este sentido la tradición oral señala que D. José Cerqueiro tuvo escondidos a varios izquierdistas violentos --la gente usa el genérico "comunistas" que incluye tanto a estos, a socialistas o anarquistas--, que antes lo habían maltratado y a los que buscaban para matarlos; o que alguno de los parroquianos llegó a pedirle perdón y a comulgar, y cuando lo hizo fue rumor en la parroquia la sorpresa que les produjo, porque era para que el cura le estampase en la cara el copón con las salvajadas que le había hecho.




1 comentario:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Me comentan hoy fuentes eclesiásticas que conocieron a D. José Cerqueiro Suárez entre 1963 y 1972 que aunque él nunca hablaba de estos temas, era rumor público que cuando lo detuvieron, además de escupirle en la cara, le mearon por encima mientras estaba detenido en las casas consistoriales de Cambre (junto al conocido por Bar de Coché, creo).

Añade que preparaba a los chicos dándoles clases particulares gratuitas para que ingresasen en el instituto de La Coruña, que formó un club deportivo que tenía sus locales en el bajo de la rectoral, y en general que era alguien muy activo como dinamizador social de la parroquia.