jueves, 20 de diciembre de 2012

Incautación de cementerios

Si en toda España la Ley de secularización de cementerios se consideró sectaria, en Galicia hay que considerarla estrafalaria; incluido el Reglamento de la misma, y menos mal que dispensó a los curas y religiosos en general de disponer en vida que querían enterrarse de acuerdo con sus ritos; o si se quiere, los dispensó de llevar consigo aquellos carnés de identidad católica. Concebida tanto la ley como el reglamento con una mentalidad madricentrista, no se tuvo en cuenta que en Galicia a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de la geografía nacional los cementerios parroquiales no suelen ser inmuebles exentos, alejados de los templos, sino que ocupan el atrio y espacio circundante a la iglesia, aunque creo que la tendencia actual es hacer cementerios parroquiales cercanos a la iglesia, pero sin ocupar el atrio y espacio que circunda al templo, que va quedando en desuso como lugar de enterramiento.

Contaba con cierta sorna un sacerdote, no recuerdo ahora si de Vilacoba (Abegondo) o de Vilachá (Monfero) el procedimiento que emplearon con él para incautarse del cementerio. Llegó la comisión municipal asistida de secretario, que levantó acta de la incautación. Una vez concluidas las diligencias legales, comentaron que iban a rodear el cementerio con una verja, una reja de hierro; y que le iban a poner una cancilla, con llave. El cura les dijo: ¿pero me daredes chave da cancela, non? Porque senón, a ver como entro na igrexa. Su iglesia respondía a la tipología normal en Galicia, con un cementerio parroquial que rodea por todas partes al templo, ante cuya puerta principal se solían enterrar los párrocos del mismo. Al final, ni colocaron la verja, ni la cancilla, ni nada.

El P. Blanco Rey --al que seguiré en esta anotación, pp. 1185-1196-- estudia la incautación de los cementerios parroquiales de Arteixo.

OSEIRO

El 1 de marzo de 1932 el alcalde Manuel Pardo Alvedro se dirigió al arzobispo de Santiago para solicitarle que prestase su aprobación a un proyecto municipal. Dada la escasa capacidad que tenía el cementerio de San Tirso de Oseiro, el ayuntamiento quería ampliarlo con sus fondos y pedía que la Iglesia autorizase la demolición de dos paredes por las que se haría la ampliación; en la seguridad de que el camposanto, tanto el existente como el que se ampliaría a expensas del municipio, seguiría siendo de propiedad eclesiástica "mientras no proceda por acatamiento de ley Soberana su expropiación". Según el P. Blanco Rey el Ayuntamiento se incautó de este cementerio el 16 de mayo de 1933. En este caso, salvando lo inaceptable que subyace en el sectarismo de la legislación, no llega a ser un acto estrafalario porque el cementerio de Oseiro se encontraba y se encuentra en un espacio exento, separado por unos cuantos centenares de metros de la iglesia parroquial.

MORÁS

El mismo alcalde, Pardo Alvedro, comunicó al párroco de San Esteban de Morás que en virtud de acuerdo municipal, a las 17 horas del 5 de mayo de 1934 se procedería a la incautación del cementerio de esta parroquia, como así ocurrió. El Ayuntamiento pretendía ampliar el camposanto "a medio de la prestación personal voluntaria, que fue negada"; y como los fondos del municipio no permitían efectuar esa ampliación, dificultad que también se encontraría al tener que abonar el justiprecio a la Iglesia, que estimaba su valor en doce mil pesetas, la Corporación en sesión de 6 de agosto de 1935 acuerda dejar sin efecto la incautación, sin perjuicio de intentarla de nuevo cuando los fondos del municipio así lo permitiesen.

INCAUTACIONES CON EL FRENTE POPULAR

La prisa e intensidad que imprimió Eduardo Martínez Palleiro, @ Martís, alcalde de Arteixo, de Izquierda Republicana, en lo que a incautación de cementerios se refiere, no se explica muy bien si no es por aquello buscar confrontación, de hacer una política maximalista que excluía al adversario. El 4 de junio de 1936 se incautó del cementerio de Santiago de Arteixo; de los de Santa María de Loureda y San Esteban de Morás el 8 de junio; de los de Santo Tomás de Monteagudo y San Pedro de Armentón el día 13 del mismo mes; el de San Esteban de Larín se incauto el 17 de junio; y el 18 de junio de 1936 se ejecutó la incautación de los cementerios de Santa María de Pastoriza y San Félix de Suevos.

Queda por conocer cuando se incautaron los cementerios de San Pedro de Armentón, San Julián de Barrañán, Santa Eulalia de Chamín, Santa Marina de Lañas y San Pedro de Sorrizo, pero el P. Blanco Rey asegura que siendo alcalde Martís se incautaron todos.

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La imagen corresponde al atrio de Santiago de Sigrás (Cambre). Según un vecino, el cementerio se incautó en fecha que no pude averiguar; y se amplió en la parte, pequeña como se ve, que ocupa hoy césped.



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